Tras la rúa multitudinaria por las calles de la ciudad, el Elche ponía el broche de oro a su día de festejos en el calor de su hogar, un Martínez Valero que presentó una entrada notable y un ambiente sensacional. Se notaban las ganas de agotar las últimas energías después de más de 24 horas de saltar, bailar y, sobre todo, gritar que el Elche es de Primera.
Como suele ser habitual en este tipo de festejos, la cita final se demoró respecto al horario previsto, comenzando bien avanzada la noche, a diez minutos de llegar a las once. Y, como no podía ser de otro modo, el prólogo a la fiesta de despedida de la temporada fue el «Aromas ilicitanos», cantado a pulmón por todo el estadio.
A continuación, el speaker del club ilicitano, que ya llevaba un tiempo animando al personal que se iba a acercando al santuario franjiverde, dio el pistoletazo de salida al evento introduciendo un vídeo en el que aparecieron familiares y amigos de los futbolistas, grabado a un par de jornadas para el final como motivación de cara a la consecución de un ascenso que se acabó produciendo.
En orden según su dorsal, los futbolistas que han conseguido el séptimo ascenso del Elche a Primera División fueron presentados, uno a uno, a partir de las 23:15 horas. San Román, Bigas y Josan lucieron camiseta vintage de Nino, todas con el dorsal 26 en la espalda. Los capitanes recibieron estruendosas ovaciones. Hubo también petición de continuidad en la entidad como futbolistas de la máxima categoría a Fernández Mercau y Salinas.
En el tramo final, y tras vítores a los goleadores Sory Kaba, heroico ante el Málaga, y Mourad, pichichi del equipo adelantando en el tramo final a «Canario» Álvarez, ausente ayer por su convocatoria con la selección uruguaya para los próximos compromisos FIFA, los decibelios volvieron a saltar cuando el austriaco Affengruber, posiblemente la gran revelación del curso, saltó al césped. Los jóvenes canteranos, con Rodrigo Mendoza a la cabeza, también recibieron el soporte de una afición que espera que sean sus líderes en un futuro no muy lejano.
Con los futbolistas sobre el terreno de juego, el siguiente pico de intensidad en la presentación de los protagonistas del ascenso del Elche fue para, posiblemente, el hombre más querido del vestuario franjiverde: Pepito. El utillero sacó sus pasos mágicos al ritmo de «Freed from desire» y sirvió como telonero ideal de Eder Sarabia.
Mostrando una bufanda del Elche, el vasco recorrió el pasillo hacia sus jugadores para ser agasajados por ellos y aclamado por el público. «Sin lo que hemos creado el ascenso hubiera sido difícil en esta competición tan difícil. El club, que lo sustenta todo, nos ha permitido trabajar con tranquilidad en el día y poder superar los malos momentos», comenzó Sarabia, primero en hablar. «Cada persona que viene a trabajar a este equipo siente que aquí hay historia y siente una pertenencia y una responsabilidad por defender este escudo. Haceros felices es lo más bonito de todo», apuntilló.
«Este cuerpo técnico quiere más, seguir haciéndoos felices y superar a todos los grandes equipos que vengan al Martínez Valero», finalizó el preparador del conjunto ilicitano. El epílogo, tras Sarabia, lo pusieron Joaquín Buitrago, presidente, Pepe Contreras, secretario técnico, y Pedro Schinocca, director general. Este último destacó el grupo de empleados que conforman el club y agradeció el trabajo de los jugadores que han conseguido el ascenso y la confianza depositada en su labor por parte de Christian Bragarnik, propietario del club.
El argentino fue el último en salir a escena. «Es muy difícil expresar la felicidad que uno tiene por ver el crecimiento del proyecto de esta ciudad tan hermosa. Aprendimos de ustedes y juntos vamos a poder cambiar este club que necesitaban orden y pasión. Somos un equipo: un grupo de personas que juntos logramos el objetivo. Ahora arranca un nuevo desafío», concluyó.