La incapacidad permanente es una prestación económica que trata de cubrir la pérdida de ingresos que sufre un trabajador cuando, por enfermedad o accidente, ve reducida o anulada su capacidad laboral.
La cuantía de lo que cobra por este concepto un beneficiario queda determinada por la base reguladora y el porcentaje que se aplica según el grado de incapacidad permanente reconocido: parcial, total, absoluta o gran invalidez.