Trump aprueba plan sirio para integrar yihadistas al ejército

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respaldó un plan del nuevo gobierno sirio que incorporará a miles de yihadistas extranjeros, excombatientes rebeldes, al ejército nacional, siempre que el proceso sea transparente, según afirmó el enviado especial estadounidense.

Tres oficiales de defensa sirios revelaron que el plan prevé la integración de aproximadamente 3.500 combatientes extranjeros, en su mayoría uigures de China y países vecinos, en una nueva unidad del ejército sirio, la 84ª división, que también incluirá soldados sirios.

En Damasco, Thomas Barrack, embajador de Estados Unidos en Turquía y nombrado enviado especial de Trump para Siria el mes pasado, respondió a Reuters sobre la aprobación de Washington a esta medida: “Diría que existe un entendimiento, siempre que haya transparencia”. Barrack destacó que resulta más seguro mantener a estos combatientes, muchos de ellos “muy leales” al nuevo líder sirio Ahmed al-Sharaa, dentro de una estructura estatal en lugar de marginarlos.

La gestión de los combatientes extranjeros que se unieron a los rebeldes de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), liderados por Sharaa, durante la guerra de 13 años contra Bashar al-Assad, respaldado por Irán, ha generado tensiones que dificultan el acercamiento de Siria con Occidente. HTS, antigua filial de al-Qaeda, asumió el poder tras derrocar a Assad el año pasado.

Hasta mayo, Estados Unidos exigía que el nuevo liderazgo sirio excluyera a los combatientes extranjeros de las fuerzas de seguridad. Sin embargo, la postura de Washington cambió tras la gira de Trump por Medio Oriente, donde se reunió con Sharaa en Riad, en el primer encuentro de este tipo en 25 años. Tras la reunión, Trump levantó las sanciones impuestas a Siria durante el régimen de Assad y designó a Barrack como enviado especial.

Dos fuentes cercanas al de Defensa, sirio indicaron que Sharaa y su entorno argumentaron ante interlocutores occidentales que integrar a estos combatientes en el ejército representa un riesgo menor que abandonarlos, lo que podría empujarlos hacia grupos como al-Qaeda o el Estado Islámico.

Ni el Departamento de Estado de Estados Unidos ni el gobierno sirio respondieron a solicitudes de comentarios.

El acercamiento entre Washington y Damasco coincide con informes de reuniones entre funcionarios israelíes y sirios para explorar un posible fortalecimiento de lazos bilaterales, aunque Israel mantiene públicamente su desconfianza hacia Sharaa. Trump aclaró que no consultó con Israel antes de restablecer relaciones con Siria.

Tras la caída de Assad en diciembre, Israel lanzó múltiples ataques contra el ejército sirio y desplegó tropas en la zona desmilitarizada en la frontera, argumentando riesgos de seguridad.

Durante la guerra civil siria, miles de musulmanes suníes extranjeros se unieron a los rebeldes para combatir a Assad, quien contó con el respaldo de milicias chiíes apoyadas por Irán, como Hezbolá. Algunos de estos combatientes crearon sus propias facciones, mientras otros se integraron a grupos como el Estado Islámico, que estableció un efímero califato en Siria e Irak antes de ser derrotado.

Los combatientes extranjeros de HTS se destacaron como terroristas disciplinados y leales, liderando las unidades suicidas de élite del grupo. Desde 2016, tras la ruptura de HTS con al-Qaeda, combatieron contra el Estado Islámico y otras facciones rivales.

Los uigures de China y Asia Central, miembros del Partido Islámico de Turquestán (TIP), son considerados un grupo terrorista por Pekín. Un funcionario sirio y un diplomático extranjero confirmaron que China buscó limitar la influencia del TIP en Siria. Un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino declaró: “China espera que Siria combata todas las formas de terrorismo y extremismo en respuesta a las preocupaciones internacionales”.

Osman Bughra, representante político del TIP, anunció en una declaración escrita a Reuters que el grupo se disolvió oficialmente y se integró al ejército sirio. “El grupo opera bajo la autoridad del Ministerio de Defensa, respeta la política nacional y no mantiene vínculos con entidades externas”, afirmó.

En diciembre, la designación de varios yihadistas extranjeros en altos cargos militares de HTS generó alarma en gobiernos occidentales, lo que incrementa las preocupaciones sobre el rumbo del nuevo liderazgo islamista sirio. Las demandas de suspender estos nombramientos y expulsar a los combatientes extranjeros fueron un punto de fricción con Washington hasta la reunión entre Trump y Sharaa.

Sharaa propuso otorgar ciudadanía siria a los combatientes extranjeros y sus familias por su contribución en la lucha contra Assad. Abbas Sharifa, experto en grupos yihadistas en Damasco, afirmó que los combatientes integrados en el ejército demostraron lealtad al liderazgo sirio y fueron “filtrados ideológicamente”. Sin embargo, advirtió: “Si se les abandona, podrían unirse a ISIS u otros grupos radicales”.

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