La Comisión Europea ha multado este lunes con 329 millones de euros a la española Glovo y la alemana Delivery Hero por participar en un cartel, previo a su fusión, en el sector del reparto de comida a domicilio, que se alargó durante cuatro años y que ambas empresas han admitido.
La operación fue sencilla pero no simple. En julio de 2018, Delivery Hero adquirió una participación minoritaria que no le pertmitía controlar Glovo pero sí estar presente es las reuniones de su junta ejecutiva. Esa participación minoritaria, en sí misma, no es ilegal. Que ambas partes la utilizaran para compartir información sensible y coordinar sus estrategias con el objetivo de reducir la competencia, tal y como la Comisión ha probado, sí lo es. Para Bruselas, “esto demuestra que la propiedad horizontal cruzada entre competidores puede plantear riesgos antimonopolio y debe tratarse con cuidado”.
El acuerdo se cerró entre resorts de ski en Suiza y largas noches en chalets de lujo, pero también a través de correos electrónico y «detalladas» conversaciones de WhatsApp, según fuentes comunitarias. Ahí discutían desde en qué mercados entrar o qué acciones de otras empresas compraban. Bruselas ha tenido acceso en su investigación a todos estos documentos.
Los cargos
Durante los cuatro años que pasaron desde 2018 hasta que en 2022 Delivery Hero se hizo con Glovo, ambas empresas compartieron información sensible y coordinaron sus operaciones, con el objetivo de reducir la competencia en el sector. Según la Comisión, las compañías lograron con esta estrategia sustituir al competencia “por una coordinación anticompetitiva a varios niveles”.
Bruselas acusa a Delivery Hero y Glovo de acordar no robarse empleados, intercambiar información sensible desde el punto de vista comercial -desde precios hasta estrategias comerciales o desarrollo de productos-, y repartirse los mercados. Esta práctica afectó a todo el Espacio Económico Europeo que incluye, además de los países de la Unión Europea, Noruega, Islandia y Liechtenstein, donde ambas evitaban competir entre ellas.
“Los cárteles de este tipo reducen las posibilidades de elección de los consumidores y socios comerciales, reducen las oportunidades de los empleados y reducen los incentivos para competir e innovar”, alega la Comisión. Aunque Bruselas no ha cuantificado el impacto en el mercado europeo, considera que haber probado los hechos es suficiente para imponer la multa. De hecho, ambas empresas han admitido las acusaciones.
El acuerdo
La Comisión lanzó la investigación en julio de 2022, cuando realizó una inspección sorpresa en las sedes de ambas empresas. Lo hizo para investigar un presunto caso de competencia desleal, después de haber recibido información por parte de autoridades de nacionales, y a través de la herramienta de informadores anónimos, aunque no ha especificado qué ni de quién.
La investigación posterior ha permitido probar los hechos que ambas empresas han admitido. De hecho, Glovo y Delivery Hero han llegado a un acuerdo con la Comisión, tras reconocen su participación en un cártel y su responsabilidad por el mismo. Esto implica que asumen la multa impuesta por Bruselas que asciende a algo más de 223 millones a Delivery Hero y casi 106 millones a Glovo.