Son funcionarios, abogados, mecánicos, fontaneros… pero dedican al menos una semana al año a recoger cuerpos. Se hacen cargo de los cadáveres de la ciudad de Zaragoza que exigen que el juzgado intervenga. Son la Hermandad de la Sangre de Cristo, y se hacen cargo del traslado y custodia de personas que han muerto de forma violenta, en la calle… o en la soledad de su casa sin que nadie los reclame. Llevan ocho siglos haciéndolo y aunque los tiempos han cambiado y los servicios funerarios ya son cosa de los ayuntamientos, en Zaragoza mantienen esta “tradición”.
“Recogemos unos cuarenta cadáveres al mes”
Rafael es abogado y también el Hermano de guardia de esta semana. “En estos días hemos recogido a dos personas que vivían solas. A consecuencia de una caída en sus casas, han fallecido”. El drama añadido viene cuando, en demasiadas ocasiones, nadie ha reparado en que esa persona ha fallecido. Nadie lo ha echado de menos: “Hay muchas personas que viven solas. Personas mayores que sobreviven. Hemos llegado a recoger cuerpos momificados por los que nadie se había interesado en años”.
“Les damos la humanidad que debe de tener todo fallecido”
Rafael y un empleado de la Hermandad recogen el cuerpo en uno de sus furgones y garantizan la cadena de custodia hasta el anatómico forense. Unos cuarenta cuerpos cada mes. Cualquiera pensaría que es una labor ingrata, pero José, otro de los Hermanos, lo ve de modo muy distinto: “la Hermandad les ofrece ese cariño y humanidad que debe de tener todo fallecido”. Aunque en vida su teléfono llevara años sin sonar.
Puedes ver ‘Espejo Público’ completo en AtresPlayer.
