La cena ha empezado con tensión. Cuando todos iban a sentarse, Kaya ha soltado la bomba: ha contado delante de toda la familia que Seyran le ha dicho que Ferit está ocultado a todos que tiene un brazo mal. Lo ha dicho con burla, provocando a su primo.
Ferit se ha sentido traicionado. Ha echado una mirada fulminante a Seyran, y el ambiente se ha cargado al instante. La tensión ha estallado y Ferit ha perdido el control: le ha dado un puñetazo a Kaya y lo ha tirado contra la mesa.
En ese momento, Halis ha entrado en el comedor. Lo ha visto todo. Y sin pensarlo, ha gritado el nombre de su nieto: “¡Ferit!”… para acto seguido, abofetearlo delante de todos.
Pero Ferit no ha callado. En ese momento, ha mirado a su abuelo y le ha hablado con el corazón en la mano: “Hasta ahora solo he escuchado palabras duras. Me abofetearon, me pegaron un balazo, me hicieron una operación. Pasé miedo. Pero nada de eso me ha dolido tanto como esto”.
Le ha preguntado, mirándolo a los ojos, si alguna vez le ha faltado al respeto. Ha recordado que siempre ha pedido perdón por sus errores. Y entonces ha dejado claro que algo se ha roto para siempre. “Nos has dado una bofetada a Ferit… y a su abuelo. Es un golpe bajo para nuestro tiempo juntos”.
Ferit se ha marchado con un mensaje claro y demoledor: “No volveré a sentarme en tu mesa. Y tampoco vendré a tu casa a dormir. Vive feliz con tu nueva familia”.