El candidato euroescéptico y ultraderechista a la Presidencia de Polonia, Karol Nawrocki, respaldado por el partido Ley y Justicia (PiS), ganó este domingo la segunda vuelta de las elecciones con un 50,89% de los votos frente al candidato de la gobernante Coalición Cívica, Rafal Trzaskowski. Un escenario que ha suscitado la respuesta de la derecha europea con una nueva victoria del nacionalismo.
Con una participación del 71,63% y más de 21 millones de votos válidos emitidos, la diferencia entre ambos candidatos fue de 369.452 votos, según datos de la Comisión Nacional Electoral recogidos por la emisora pública polaca, Polskie Radio.
En los comicios que Tusk presentaba como los «más importantes» de la historia del país, el candidato oficialista se quedó a escasos puntos por detrás de Nawrocki, que sucederá así a Andrzej Duda y prolongará así las diferencias políticas entre la Presidencia y el líder de la mayoría parlamentaria.
Tusk, a la moción de confianza
Con este nuevo giro político, y con un escenario que da un vuelco al tablero en Polonia, el primer ministro Donald Tusk ha anunciado este lunes que se someterá a una moción de confianza tras la victoria de Nawrocki.
«La primera prueba será un voto de confianza, que solicitaré próximamente al Sejm (Cámara Baja del país). Quiero que todos vean, incluidos nuestros opositores en Polonia y el extranjero, que estamos preparados para esta situación», ha declarado en un discurso publicado en su perfil en la red social X -antigua Twitter-.
Sus declaraciones se dieron minutos después de que el presidente electo Nawrocki se pronunciara por primera vez tras su victoria en los comicios, agradeciendo el apoyo de los ciudadanos en las urnas. «Es una gran responsabilidad y una obligación. Acepto esta decisión con humildad y respecto«, manifestó en su primer discurso.
La ultraderecha aplaude la victoria de Nawrocki
Europa no ha sido ajena a esta victoria electoral, menos aún, el espectro ultraderechista. La primera en reaccionar fue la ministra italiana, Giorgia Meloni, quien le deseó suerte en esta nueva etapa, resaltando la «amistad histórica» entre ambos países. Su socio, Matteo Salvini, aplaudió las «buenas noticias» llegadas desde Polonia y que el «voto libre y democrático» de la población se haya impuesto «a los burócratas de Bruselas y a todos aquellos medios de comunicación que durante días han descrito (a Nawrocki) como ‘extremista'».
Igual de efusivo se mostró el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, que celebró la «fantástica victoria» de Nawrocki tras un ajustado recuento electoral. «¡Qué emocionante!», destacó en redes sociales, desde donde abogó por seguir estrechando lazos con Polonia en el marco del grupo de Visegrado.
Desde Francia, la líder de Agrupación Nacional, Marine Le Pen, coincidió en que es un golpe a las «políticas autoritarias» de la Comisión Europea, contrarias a la «soberanía nacional», y a una «oligarquía» que busca «imponer a los Estados miembros una uniformización de sus leyes al margen de cualquier voluntad democrática».
De parte de España, el presidente de Vox, Santiago Abascal, también felicitó al nuevo presidente y a «las fuerzas conservadoras y patriotas», que a su juicio han infligido una derrota a una «coalición de populares y socialistas».
Súmate a
Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.
hazte socio