El precio del barril de petróleo intermedio de Texas (WTI) inició la jornada de este lunes con una fuerte subida del 4,59%, situándose en 63,58 dólares, impulsado por la decisión de la alianza OPEP+ de incrementar su producción en julio en 411.000 barriles diarios. Esta medida disipó los temores de un aumento más agresivo que pudiera generar un exceso de oferta.
Solo dos minutos después de la apertura del mercado, los contratos de futuros del WTI para entrega en julio ya se habían encarecido en 2,79 dólares respecto al cierre del viernes.
La decisión, adoptada el sábado en una reunión virtual encabezada por Arabia Saudí y Rusia, representa el tercer aumento consecutivo al ritmo de 411.000 barriles diarios, lo que eleva la producción recuperada en los últimos cuatro meses a 1,37 millones de barriles diarios (mbd). Esta cifra supone más de la mitad de los 2,2 mbd que la alianza se propuso devolver al mercado tras los recortes aplicados durante la pandemia.
“Había preocupación en el mercado por un posible aumento mayor de la producción”, señaló Giovanni Staunovo, analista de materias primas de UBS. “Por ahora, el mercado petrolero se mantiene ajustado, lo que indica que puede absorber barriles adicionales”, explicó en un informe para clientes.
Además de Arabia Saudí y Rusia, en la reunión participaron los ministros de Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán, todos ellos parte del grupo que implementó los recortes de 2,2 mbd para estabilizar el mercado durante la crisis de la covid-19.
Aunque el plan original contemplaba una recuperación gradual de esa producción durante 18 meses, con aumentos mensuales de 137.000 barriles desde abril, el grupo sorprendió al triplicar ese ritmo en mayo y junio, una decisión que volvió a ratificarse este fin de semana.
Los ministros justificaron esta estrategia con una visión optimista sobre la evolución de la economía mundial a medio plazo.