La ambiciosa reforma del actual Museo Nicanor Piñole, que tal y como adelantó ayer LA NUEVA ESPAÑA será integral en todas sus plantas y creará, entre otros servicios, un gran salón de actos con capacidad para un centenar de asistentes, tendrá como preámbulo una primera actuación que se espera impulsar ya este año y que se enmarca en un plan general de mejora de la red de museos. El edificio histórico, previo a su reconversión como sede de la Oficina de Igualdad, verá mejorado su sistema climatización con una obra valorada en unos 200.000 euros. Quedarán adecuados así los mimbres de la futura reforma, que, de acuerdo a las estimaciones que baraja por ahora el gobierno local, pasan por tramitar ya los pliegos de licitación con la previsión de que las obras puedan comenzar a inicios del año que viene, lo que permitiría dejar habilitado el edificio para su nuevo uso a inicios de 2027. El colectivo feminista, por su parte, y aunque espera tener más concreción respecto a qué espacios específicos estarán a disposición de las asociaciones, defienden que se impulse una actuación que, dicen, da solución a «una reivindicación histórica».
Propuesta de distribución de la planta baja del edificio. / LNE
La petición de estos colectivos, canalizada a través del Consejo de Mujeres de Gijón, era que la Oficina de Igualdad, que aglutina el área municipal de esta competencia además de la Casa de Encuentro de las Mujeres y el Centro Asesor de la Mujer, se reubicase en un espacio con más holgura y en una ubicación más céntrica. «Lo que tenemos en La Arena estuvo muy bien en su día, fue muy útil mientras duró, pero los servicios van creciendo y se ha ido quedando desfasado», valora Begoña Piñero Hevia, líder de la tertulia feminista «Les Comadres», que explica que el centro municipal de La Arena que da hoy servicio a estos recursos, aunque tampoco está tan apartado del centro, sí genera ciertas complicaciones logísticas. Asegura que al recurso acuden mujeres «de todos los barrios» que, en su mayoría, tienen en el entorno de El Humedal su centro neurálgico para acceder a rutas de transporte público. De ahí que los colectivos siempre defendiesen esta zona y que las ubicaciones planteadas en estos últimos años se quedasen cerca, como los antiguos juzgado de Prendes Pando y la Casa Rosada. «Lo lógico es que el servicio que se da a mujeres que necesitan hablar con una abogada o con la psicóloga se brinde en el centro. Además, las necesidades de espacio hoy son mayores. Por ejemplo, siempre hubo una única abogada, pero ahora son dos», razona.
El diseño de reforma que se plantea para el edificio es mayor de lo que los propios colectivos esperaban y, por ahora, gusta, aunque las feministas aspiran a recibir algún detalle más próximamente. «Estamos contentas con que se vaya a hacer una reforma en condiciones, esto que no se ponga en duda, pero sí nos quedamos con la inquietud sobre los espacios que vamos a tener las asociaciones», señala Piñero. En los planos de la reforma que publicó ayer este diario, en cualquier caso, figuran varios espacios estancos y con diseños diáfanos que, teniendo en cuenta que se dispondrá un espacio total de unos 1.000 metros cuadrados, se espera que sean más que suficientes para distribuir salas para trabajadores, usuarias y asociaciones.
La climatización, un preámbulo
Respecto a la obra de climatización, se trata de una actuación que amplía el plan de mantenimiento de la red de museos municipales y que ya diseñó obras similares para el Museo del Ferrocarril y el Museo del Pueblo de Asturias. Son reformas menos llamativas desde el punto de vista estético pero necesarias sobre todo en enclaves que albergan piezas museísticas especialmente sensibles a los cambios de temperatura y a los problemas de humedades.

Despachos y salas planteadas para la primera planta. / LNE
Esta primera actuación servirá, por lo tanto, como preámbulo a la reforma general del edificio, que ha sido diseñada por el servicio de Arquitectura y encargada por Alcaldía tras lograr hace meses el visto bueno de asociaciones y trabajadores respecto al cambio de ubicación de la oficina. Junto al gran salón de actos de la planta baja, el antiguo Asilo Pola tendrá también una biblioteca en la entreplanta y un entramado variado de despachos y salas de reuniones de distintos tamaños. Se espera que, teniendo en cuenta que muchas usuarias deben conciliar el cuidado de sus hijos con sus gestiones personales, se pueda habilitarse una sala de juegos para niños, un recurso que se entiende necesario pero que en La Arena no tiene cabida por falta de espacio.
El nuevo destino del antiguo Asilo Pola dará también una nueva vida al museo de Piñole, que se mudará a Tabacalera en su parte ampliada, en un edificio de nueva construcción que llevará el nombre del pintor gijonés. Antes de ese gran traspaso, además, el artista tendrá especial protagonismo el año que viene con la anunciada exposición monográfica que el Ayuntamiento diseña ya para el Revillagigedo y que se completará con obras en préstamo de otras colecciones.
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