Saqueos, graves altercados y 550 detenidos

París se convirtió en una gran fiesta en la noche del sábado para festejar la brillante victoria del PSG en la final de la Liga de Campeones, que sin embargo quedó manchada por los serios disturbios en distintos puntos de la ciudad, con 550 detenidos, 200 heridos, uno de ellos un policía en coma inducido, y 192 incendios, según las últimas cifras oficiales. Antes del pitido final en Múnich ya se había desatado el caos y la policía había tenido que intervenir con un saldo de 81 detenidos, pero tras el partido la cosa fue mucho peor.

La Torre Eiffel se iluminó con los colores rojo y azul del Paris Saint Germain y la ciudad con el humo y el fuego de bengalas y la quema de todo tipo de objetos. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, denunció que grupos de «bárbaros han salido a las calles de París para cometer delitos y provocar a las fuerzas del orden».

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