Los vasos comunicantes entre Ferraz y Moncloa se volvieron a reforzar en el último congreso federal de los socialistas, con la apuesta por ministros candidatos y una ejecutiva plagada de miembros del Gobierno. Ambas salas de máquinas se engrasan además en los maitenes que habitualmente se celebran a primera hora de los lunes en el Palacio de La Moncloa. Una confluencia que esta semana se transformó en cortafuegos, a raíz de los audios contra la UCO de la exdirigente socialista Leire Díez. Desde el Gobierno se precipitaron en descargar cualquier responsabilidad, actuación e, incluso, valoración, en el partido. “Me remito al comunicado del PSOE”, zanjó la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, preguntada en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Fuentes de Moncloa añadían que esta militante, quien hasta principios de 2024 fue directora de Filatelia y Relaciones Institucionales de Correos, “nada tiene que ver con el Gobierno”. Si alguien tuvo contacto con ella, explican, sería en Ferraz, pero en ningún caso Moncloa.
El blindaje al presidente del Gobierno y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, es total para evitar cualquier salpicadura sobre un presunto complot contra la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Concretamente, contra el teniente coronel Antonio Balas, responsable de investigaciones que afectan al entorno del Gobierno. En los audios, Leire Díez ofrece beneficios judiciales al empresario Alejandro Hamlyn a cambio de material comprometedor. Tras las diversas informaciones que apuntan a una suerte de trama para supuestamente acabar con elementos de la UCO que intentarían derribar al Ejecutivo, en Moncloa se ha ido levantando un muro más grande con Ferraz. Los socialistas, por su parte, han abierto un expediente informativo a Díez, sin medidas cautelares a la espera de recabar su testimonio.
“Nada que ver con esta persona”, cuyas gestiones tildan de “locura”, para remitir siempre al partido. Si bien consideran estas mismas fuentes que tampoco existen indicios para involucrarla con el PSOE, refiriéndose a una trama “falsa” y “un teatro que no es real”, se limitan a defender que no tiene ningún vínculo ni con el Ejecutivo ni con el presidente del Gobierno. Su respuesta a la difusión de otro audio por parte del diario ‘El Confidencial’ donde el empresario Javier Pérez Dolset, presunto colaborador de Leire Díez, relata en una conversación telefónica del pasado mes de septiembre que “esto es Pedro Sánchez directamente con Santos Cerdán, directamente con Leire. Y, además, hay muy poca gente adicional que tenga la información. Y así va a seguir”. Pérez Dolset ha alegado descontextualización de estos 13 segundos de grabación y matizado que buscaría “alardear” ante un periodista para intentar conseguir su confianza.
La reacción de Pedro Sánchez en esta ocasión difiere completamente de la adoptada tras las acusaciones que vertió en sede judicial el presunto comisionista de la trama Koldo, el empresario Víctor de Aldama. Entonces, Pedro Sánchez salió a negar públicamente que conociese a este empresario o que le hubiese dado las gracias por sus trabajos, como había relatado ante el juez solo unas horas antes. «Tendrá que ser el señor Aldama quien pruebe esas insinuaciones y acusaciones. Todo lo que ha dicho este señor es categóricamente falso», aseguró.
Ahora, ante la tormenta por el caso de los audios, se prefiere guardar silencio. Tanto es así que este jueves, el presidente del Gobierno se limitó a realizar una declaración institucional, sin preguntas de los medios, en el marco de su reunión con el primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, para centrar en asuntos de la agenda internacional. En un principio, se había previsto una comparecencia con preguntas.
En el Ejecutivo justificaron este cambio de formato con el argumento de no alimentar “barbaridades” ni caer en la trampa de darles credibilidad. Unos minutos antes, el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, había subido el tono en otra declaración institucional desde Génova, también sin preguntas, para referirse a Sánchez como “capo” y hablar de “mafia”. En medio de esta tormenta, reclamó a los socios parlamentarios del Gobierno que se sumasen a una moción de censura y anunció la convocatoria una manifestación contra la “corrupción” el próximo 8 de junio.
La bandera del caos
Sin el presidente del Gobierno ha optado por no pronunciarse ante un asunto que está centrando toda la agenda política, varios ministros han salido al paso con el recurso al ‘y tú más’ contra el PP. Deslizando que la reacción es una cortina de humo para tapar el procesamiento de la pareja de Isabel Díaz Ayuso por delitos de fraude fiscal y corrupción en los negocios. En estos días se produjo también la apertura de una segunda causa en la que se imputa a ex altos cargos de la Comunidad de Madrid por su responsabilidad en la elaboración y aplicación de los protocolos de actuación en las residencias de ancianos durante la pandemia. Por otra parte, ingresó en prisión del número dos de Interior con el anterior Gobierno del PP, Francisco Martínez. Esto último, en el marco de una causa en la que se investiga bajo secreto la venta de información sensible de organismos públicos y privado.
“Conocemos una sentencia condenatoria al número dos de Interior del Gobierno de Rajoy y que a la pareja de Ayuso le abren juicio oral. Frente a eso, el PP monta una manifestación y pide elecciones. Nada nuevo”, arremetía el ministro de Transformación Digital, Óscar López. Más allá de desmentir la existencia de una “trama”, en Moncloa acusan al líder de la oposición de agitar la bandera del caos a través de “mentiras”. “Un teatro”, sobre el que advierten de resultados cortoplacistas para sus intereses, al entender que “con la sensación de caos van a cargarse el sistema y hacer que gobierne Vox”.
“En la calle no hay caos ni tampoco hay ningún indicio que haya cloacas del Estado”, reprochan con cierta desesperación. En Moncloa reconocen así su preocupación por el hecho de que el debate se aleje de la política real y se centre “en mentiras para crispar y generar sensaciones falsas que no responden a nada”. Mientras tanto, Sánchez trata de enfocarse a la agenda del Gobierno y a través de las redes sociales celebraba este viernes la bajada de la inflación para añadir que “frente a los del no a todo, España avanza y el Gobierno funciona”. Este lunes, está previsto que se desplace a Melilla para inaugurar el nuevo Hospital Universitario.
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