Alcaraz se lleva un disputado duelo de pura ‘next generation’ ante Shelton y avanza a cuartos de final de Roland Garros

Carlos Alcaraz ha puesto rumbo a los cuartos de final de Roland Garros después de llevarse la victoria en un disputado partido ante el estadounidense Ben Shelton (7-6, 6-3, 4-6 y 6-4).

Los dos jóvenes tenistas, de 22 años, protagonizaron un duelo de más de tres horas, con un tenis estético y que apunta a clásico en el futuro.

El alto nivel de Shelton complicó la vida a Alcaraz, que no está barriendo a sus rivales con la facilidad que cabría esperar a estas alturas. En cuartos, espera otro estadounidense: Tommy Paul.

Alcaraz y Shelton derrocharon juventud por los cuatro costados y demostraron de qué está hecha la next generation.

Tenis desenfadado y plástico, bolas arriesgadas, aplausos ante los puntazos del rival y risas de incredulidad cuando las bolas entraban por poco. Una rivalidad bien entendida a la que se adivina un gran futuro.

Si Alcaraz no arrasó, no fue por falta de nivel. Cero reproches a su tenis. Al contrario, si el duelo se alargó tanto fue porque se encontró a un rival que jugó el partido de su vida.

Alcaraz y Shelton se felicitan por un punto.


Alcaraz y Shelton se felicitan por un punto.

Reuters

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El primer set estuvo marcado por la igualdad y por el desparpajo. Shelton, número 13 del ranking ATP, dejó una exhibición de potencia en sus golpes, pero Alcaraz demostró más callo en los momentos decisivos.

Ninguno de los dos tenistas logró romper a su rival. Shelton, más seguro, puso en serios apuros a Alcaraz, lastrado una vez más por los errores no forzados (17 en la primera manga).

Dada la igualdad, subir la concentración en el tie-break era clave. Shelton comenzó el desempate rompiendo a Alcaraz en su primer saque y puso un peligroso 2-0.

El estadounidense se hizo fuerte desde el saque y siguió abrasando al murciano con potentes golpes y smashes tan arriesgados como estéticos. Con 4-1 en el marcador, no había margen de error.

Alcaraz se rehizo desde el servicio para poner el 4-3, pero la suerte le abandonó en el peor momento: caña y 5-3.

En ese momento llegó, probablemente, el juego más importante del set. Alcaraz clavó un puntazo desde la red que salvaba los muebles y ponía el 5-4 en el marcador.

Entonces llegaron las primeras bolas de set para Shelton. En la primera, Alcaraz se salvó desde el saque, y en la segunda, empató desde el resto.

Es en los momentos decisivos donde se demuestra qué tenistas son simplemente buenos y cuáles tienen madera de campeones. Alcaraz salvó los muebles, pero su rival no lo iba a poner fácil.

El norteamericano se ganó otra bola de set con un ace y Alcaraz volvía a estar contra las cuerdas. Era un partidazo, con intercambios de golpes de máximo nivel.

El murciano volvió a salvar los muebles, se rehizo y remontó hasta ponerse 9-8 y contar con su primera bola de set.

Si se suele acusar a Alcaraz por su impulsividad o su falta de temple en según qué momentos, jugó con mucha madurez, supo esperar y forzó el fallo de Shelton para llevarse una disputadísima primera manga.

Shelton, durante su duelo ante Alcaraz.


Shelton, durante su duelo ante Alcaraz.

Reuters

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La segunda manga comenzó con la misma igualdad. El reloj marcaba 1 hora y 22 minutos cuando ambos tenistas seguían anclados en el 0-0 y empataban 40-40.

Shelton rozó un break que hubiera sido estratégico, pero al igual que en el tie-break del primer set, Alcaraz supo resarcirse después de salvar hasta 5 bolas de rotura en un juego eterno (13 minutos).

Era imposible jugar mejor y encontrar menos rédito, pero enfrentarse a los top conlleva este tipo de cosas.

El partido, por fin, se rompió, y Alcaraz logró descolocar a su rival con un break que le permitió poner la directa y llevarse la segunda manga sin los apuros del primer set.

Tocaba poner rumbo a la manga decisiva con dos horas de partido en las piernas y el sol colándose por las rendijas de la Philippe Chatrier.

Shelton parecía cansado, pero sacó fuerzas de donde no las había para ponerse 1-3 arriba y forzar a Alcaraz a sacar lo mejor de sí para no alargar el partido.

En el juego más decisivo, el de Atlanta pudo ponerse 4-1 y dejar contra las cuerdas a su rival, pero Alcaraz, como en las dos anteriores mangas, supo sacar la varita en el momento adecuado.

El murciano rompió a su rival y el partido parecía entrar de lleno en su recta final. No tan deprisa.

Con 4-4, Alcaraz tuvo otra oportunidad de romper, pero Shelton se hizo fuerte desde el saque con servicios de más de 210 km/h para prolongar su vida en el partido.

Alcaraz celebra un punto contra Shelton.


Alcaraz celebra un punto contra Shelton.

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El nivel de Shelton merecía un premio. Era imposible jugar mejor para obtener tan poco premio. 43 minutos de set después, el estadounidense rompió el saque de Alcaraz y llevó el partido a la cuarta manga.

El partido estaba tan bonito que los jugadores parecían querer más, aunque el desgaste acumulado por un partido largo es algo que Alcaraz debía evitar para estar fuerte en el futuro.

El cuarto set tenía muchos riesgos. Shelton venía crecido y la sombra de un quinto set asustaba al miedo.

Alcaraz salió muy serio. No se vino abajo y parecía dispuesto a resolver por la vía rápida. Break en el segundo juego, 2-1 con saque a favor y confirmación de ruptura con suspense para irse 3-1.

Superadas las tres horas de partido, se repitió el guión del tercer set. Alcaraz marchaba 4-2 y buscaba acabar ya con un rival que se había convertido en una piedra en su zapato.

Por fin, Alcaraz volvía a ver, aunque de lejos, una oportunidad para cerrar el partido. 5-3 a favor y servicio para su rival.

Alcaraz tuvo bola de partido. 30-40. Pero el norteamericano se defendió con uñas y dientes desde el servicio. Saques a 225 km/h y segundos servicios a 191 km/h.

Con 40 iguales, los dos tenistas se retaron en un duelo de dejadas y globos que se convirtió en el punto del partido.

Alcaraz levantó la pelota por encima de su rival, rendido por la calidad del golpeo. Pero de nuevo, se rehizo desde el saque y puso el 5-4 en el marcador.

El murciano tenía que cerrar el partido desde el servicio y comenzó bien: 30-0 arriba y la luz al final del túnel.

Pero el final debía reflejar el signo del partido. No podía ser tan fácil. Shelton se puso 30-30 y siguó soltando potentes raquetazos que amenazaban con romper.

Finalmente, y con un poco de suerte, Shelton se resbaló al subir a la red. Nueva bola de partido. Desde el fondo, un derechazo de Alcaraz ponía fin al partido con más alivio que alegría.

El reloj marcaba 3 horas y 20 minutos al final del partido. En los cuartos, Alcaraz se medirá a otro estadounidense: Tommy Paul.

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