La reforma de los muelles interiores, entre Batería y Oza, conllevará destinar parte de los terrenos portuarios a infraestructuras, equipamientos, parques o viviendas, pero las administraciones y entidades que desarrollan la transformación, agrupadas en Coruña Marítima, quieren mantener actividades productivas. De acuerdo con el documento para contratar la redacción del plan para los muelles, de manera provisional se considera que la pesca necesitaría unas 25 hectáreas, más o menos la superficie «actual», agrupadas en el actual muelle Petrolero y Oza, mientras que las descargas de material y el posible tráfico de contenedores precisarían una superficie similar en el muelle del Centenario. Pero el sector pesquero y los usuarios del puerto piden ampliar el espacio, de manera que se pueda crecer en un futuro.
«No podemos opinar mucho», resume el presidente de la lonja, Juan Carlos Corrás, pues estas cifras pueden variar y no se sabe «qué espacios van a quedar libres y cuáles no». Coruña Marítima (formada por Estado, Xunta, Concello, Puertos del Estado, Autoridad Portuaria y Adif) establece que la pesca necesitaría entre 1.600 y 2.000 metros de atraque, pero Corrás señala que «no sé cuáles van a ser, dónde van a estar, cómo van a utilizarse».
Además, la actual lonja está en A Palloza, y si se traslada al Petrolero habría que «valorar la lejanía con la ciudad», construir un edificio «operativo», dejar terreno para las industrias auxiliares y «espacios a futuro» e, idealmente, incluir otros servicios, como n centro de formación marina. Corrás también teme que los cambios en los muelles lleven a que suban las tasas portuarias.
El patrón mayor de la cofradía coruñesa, Javier Mariñas, indica: «No quiero quedarme con lo que ya tenemos ahora» sino tener espacio para «una posible ampliación» en el futuro. Aunque ve positivo concentrar la actividad pesquera en una zona continua en el muelle de Oza (donde ya atraca la flota pesquera) y el Petrolero, pues se perderá menos tiempo en transportar los productos, señala que «van a hacer falta muchas infraestructuras».
Y añade que ahora ya hay carencias en cuanto a servicios. «Nos hacen falta varaderos, instalaciones de reparación de barcos», pone como ejemplo, pues, al contrario que en otros puertos, en A Coruña «no tenemos espacios para hacer mantenimiento y eso nos impide arraigar una flota que viva todo el año» en los muelles de la ciudad. En estos, explica, hay un «hervidero» de actividad en algunas campañas, que «desaparece» otros meses.
«Lo que se deje es poco»
El secretario de la Asociación de Usuarios del Puerto de A Coruña (Ausport), Francisco Peleteiro, coincide en que «prácticamente nos hemos quedado sin talleres y sin astilleros», que precisan espacio para instalarse. Y, añade, «se dejen los metros que se dejen, son pocos» si el puerto quiere crecer en el futuro, pues considera que no será posible hacerlo en el puerto exterior de Langosteira si no es con inversiones cuantiosas.
Coruña Marítima prevé reservar entre 22 y 25 hectáreas y 1.500 metros de atraque en el muelle del Centenario para los tráficos de mercancías que no se trasladen al puerto exterior, y para implantar nuevos servicios como el tráfico de contenedores, una modalidad en la que, para Peleteiro, «no podemos permitirnos quedar al margen». El secretario de Ausport apuesta por más terrenos, y recuerda que «los barcos son cada vez más grandes», así que «no deberíamos perder ningún metro de atraque porque no se recupera». El plan de las administraciones prevé al menos tres amarraderos para cruceros, pero «ha habido cinco cruceros algún día».
Defensa do Común denuncia la «privatización» de los muelles
Para Defensa do Común, los pliegos del concurso para contratar el plan maestro que definirá el futuro de los muelles interiores «confirman el escenario de privatización» de San Diego, con construcción de viviendas y zonas de uso terciario «como fuente de obtención de plusvalías» y la «degradación y subsidiariedad del uso portuario». Hay una «expresa declaración de vigencia» del convenio de 2004, que preveía privatizar suelo para pagar la construcción del puerto exterior, y no se ha exigido la condonación de esta deuda por la obra, que es «un eje transversal y condicionante a cumplir». Aunque se incluyeron algunas alegaciones de Defensa do Común, el concurso limita la «participación pública».
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