¿Qué balance hace de la última temporada con el Rocasa Gran Canaria, tanto a nivel de equipo como a nivel particular?
A nivel de equipo se habían marcado unos objetivos a principios de temporada por parte de nuestro entrenador -Carlos Herrera-, el club y las propias jugadoras, y creo que los hemos cumplido. La temporada ha sido muy buena y el grupo ha sido fantástico, lo hemos dado todo y no hemos tenido un final como el del año pasado -jugaron el play-out para salvar la categoría-; y eso ya supone un avance que nos permite mirar con optimismo hacia adelante el año que viene.
Las negociaciones para la renovación de su contrato pasaron por unos momentos de incertidumbre, en los que no estaba claro que el club fuera a renovarla. Usted también contaba con ofertas para cambiar de aires. ¿Qué hizo que todo se recondujera y finalmente vaya a continuar una temporada más?
Es cierto que al principio tuve un pequeño rifirrafe, con una pequeña decepción por mi parte y probablemente también por parte del club. Todo se recondujo porque las dos partes recapacitamos. Desde el primer minuto en que llegué aquí siempre me he sentido muy bien acogida, la Isla es mi segunda casa y me apenaba no poder despedirme del Rocasa como tocaba. Estoy contenta de que, al final, todo se recondujera y poder jugar una temporada más con la camiseta de este equipo, que es lo que quería desde el minuto uno.
¿Se plantea a sus 46 años que la próxima pueda ser ya su última temporada como jugadora?
Quiero que sea la última, pero no sé si a lo mejor sólo es la última aquí, y pueda seguir jugando en otro lado. No lo sé; lo que sí tenía claro es que la próxima temporada quería jugarla en el Rocasa, porque siempre mi intención ha sido la de poderme retirar aquí.
¿Cómo vislumbra su futuro una vez que se retire como jugadora profesional? ¿Seguirá vinculada de alguna manera al mundo del balonmano?
Puedo decir que este año sí que me he visto un poco así. También me sucedió durante la cuarentena por el covid. Este ha sido un segundo capítulo en el que me he visto que no sabía cómo iba a reconducir mi vida. Sé que estoy en la recta final; sí, el planteamiento que tengo en mi cabeza es que con este margen que me queda del verano y la próxima temporada, quizás a lo mejor sí que lo puedo desarrollar, porque ya he comenzado a pensar en el más allá. Tengo que ser realista y pensar en lo que vendrá el día de mañana. Al final, el balonmano ha sido mi forma de vida durante muchísimos años, y estoy segura que voy a seguir vinculada al mundo del deporte, porque es mi vida y mi forma de vivir. No sé de qué manera, pero me encantaría poder hacer algo relacionado con el balonmano y con lo que es mi posición, la de guardameta, que muchas veces somos las grandes olvidadas.
A raíz de su lesión de rodilla con la selección española, el nuevo seleccionador, Ambros Martín, nunca la ha convocado a pesar de regresar a un gran nivel. ¿Ha tenido alguna conversación al respecto con él? ¿Qué relación guarda con el lanzaroteño?
No he hablado con el seleccionador nacional. La última vez que hablamos fue cuando me recuperé de la lesión y solicité el alta voluntaria. En aquel momento hablábamos casi todas las semanas, porque en principio él contaba conmigo. Pero en diciembre, por circunstancias de la vida, no hubo un entendimiento. Él decidió unas cosas y yo también. Sólo digo que, como a toda jugadora, me hubiera gustado tener la oportunidad de despedirme de la selección nacional. Sé que no es sólo mi caso. Están Marta Mangué y Macarena Aguilar, que tampoco se han podido despedir como toca. Tanto la Federación Española como el seleccionador están en su derecho de actuar de esta manera; yo no me he pronunciado nunca al respecto, he sido comedida, aunque probablemente en un futuro tendré que decir algo al respecto. Para cerrar mi ciclo deportivo, lógicamente, tendré que hablar de los clubes en los que he jugado y del equipo nacional, que es una parte muy importante de mi carrera.
¿Internamente siente que se la ha tratado como corresponde al legado que va a dejar en el balonmano femenino?
Internamente he visto tantos casos de injusticia que no me siento capacitada para hablar de mí. Nunca me han gustado las injusticias que he visto desde el otro lado de la barrera, porque me gusta ser justa y considero que las cosas se pueden hacer de otra manera. Lo respeto, pero no lo comparto. Ojalá que no vuelva a pasarle ni a mí ni a ninguna otra jugadora, porque una ha sacrificado tantas cosas por estar con la selección y, al final, la única recompensa que nos queda son los éxitos deportivos que he logrado y eso no me lo va a quitar nadie nunca.
En esa cotitularidad que tiene en la portería con Lulu Guerra, ¿se siente más cómoda saliendo de titular o desde el banquillo?
Nunca he tenido problema con ser o no titular. Es algo que tiene que decidir el entrenador, en quien confía y en lo que ve durante todo el año en los entrenamientos. Evidentemente, todo el mundo quiere jugar y lo que tienes que hacer es aprovechar tus oportunidades.
¿En qué se parece y en que se diferencia de Lulu?
Somos bastante similares. Ninguna de las dos somos porteras de una gran estatura. Creo que nos complementamos en la pista súper bien. Se ha demostrado en la Liga Guerreras Iberdrola que no hace falta tener mucha altura para parar bien, solo hay que fijarse en como lo hace la propia Lulu, Nicole Wiggins o Marta Mera.
La apuesta del club por fichar a jóvenes con calidad, pero sin experiencia, ha supuesto un bajón en la competitividad del equipo. ¿Cómo ve el crecimiento de compañeras como Eider Poles en estas dos temporadas?
Son jugadoras que necesitan su tiempo. Eider Poles venía de otra categoría y, en su caso en particular, puedo decir que ha hecho un papelón. Es una jugadora muy importante para el equipo, tiene un desparpajo brutal, se la juega cuando tiene que hacerlo, no tiene miedo, y eso es lo que prima. Son jóvenes que necesitan un plazo; si resultan o no resultan, el tiempo lo dirá. Hay que demostrarlo en el 40×20, da igual la edad.
¿Cómo ha afectado el regreso de Carlos Herrera al banquillo?
Es un entrenador de la casa, que sabe perfectamente cómo funciona el club y cómo se tiene que entrenar. Su combinación con Dejan Ojeda ha sido clave para sacar la temporada adelante.
¿Cómo ha encajado el vestuario la retirada de Mela Falcón? ¿Almudena Rodríguez o usted tomarán su relevo como capitanas?
Es complicado, porque Mela era un pilar importante, fundamental, tanto dentro como fuera de la pista, donde el trabajo que hace va a ser muy difícil de suplir y nadie puede llegar a su nivel. No sé quien será la capitana el año que viene, veremos a quien elige el club.
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