Lockheed Martin planea integrar tecnología de sexta generación en el F-35, incluyendo sigilo avanzado, armas nuevas y una posible opción no tripulada en dos o tres años.
Lockheed Martin avanza en mejoras para el F-35 con tecnología NGAD
Lockheed Martin trabaja en incorporar tecnología de sexta generación al F-35 Lightning II, tras perder el contrato del programa Next Generation Air Dominance (NGAD) frente a Boeing en marzo de 2025. La compañía busca mejorar las capacidades de sigilo, armamento y autonomía del caza, con el objetivo de ofrecer un avión que alcance el 80% de las capacidades de un caza de sexta generación a la mitad del costo. Estas mejoras se basan en tecnologías desarrolladas inicialmente para la propuesta de Lockheed en el programa NGAD, que ahora se integrarán en el F-35 para mantener su competitividad en el escenario global.
Entre las mejoras previstas, Lockheed planea optimizar los recubrimientos de sigilo del F-35 para reducir su detectabilidad frente a señales de radar e infrarrojas. También se contempla ajustar la geometría externa del avión, especialmente las entradas y salidas del motor, para minimizar su firma electromagnética. Estas modificaciones buscan hacer al caza más difícil de detectar en entornos de alta amenaza, donde adversarios como China desarrollan capacidades avanzadas de detección y defensa aérea. Además, se exploran mejoras en los sistemas de guerra electrónica y redes, lo que podría permitir al F-35 operar de manera autónoma o con un piloto opcional, una característica alineada con los requisitos de los cazas de sexta generación.
El arsenal del F-35 también podría incorporar armas diseñadas originalmente para cazas de sexta generación, como misiles de mayor alcance y sistemas de energía dirigida. Estas mejoras buscan aumentar la letalidad del avión en combates aire-aire y misiones de ataque a tierra, permitiendo enfrentarse a objetivos a mayor distancia sin exponerse a defensas enemigas. Lockheed estima que algunas de estas capacidades estarán listas para pruebas de vuelo e integración en el F-35 dentro de dos o tres años, aunque la implementación será gradual para evitar interrupciones en la producción.
Lockheed Martin también avanza en la interoperabilidad del F-35 con otros sistemas, como parte del concepto de “familia de sistemas” de la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Esto incluye la capacidad de interactuar con cazas de sexta generación, como el futuro F-47, y con drones de combate colaborativos (CCA), que actuarían como “alas leales” para ampliar las capacidades de sensores y armamento del F-35. Esta integración busca crear un ecosistema de superioridad aérea donde el F-35 no dependa únicamente de sus características individuales, sino de su capacidad para coordinarse con otras plataformas.
Datos clave sobre las mejoras del F-35
- Sigilo avanzado: Nuevos recubrimientos y ajustes geométricos para reducir la detectabilidad por radar e infrarrojos.
- Opción no tripulada: Desarrollo de sistemas autónomos que permitan al F-35 operar sin piloto en ciertas misiones.
- Armas de sexta generación: Integración de misiles de largo alcance y posibles sistemas de energía dirigida.
- Interoperabilidad: Capacidad para coordinarse con drones CCA y cazas como el F-47 en el marco del concepto de “familia de sistemas”.
- Plazo estimado: Primeras pruebas de vuelo e integración de mejoras previstas para 2027 o 2028.
Progreso en las actualizaciones Technology Refresh 3 y Block 4
Paralelamente, Lockheed Martin ha completado el desarrollo del hardware para las actualizaciones Technology Refresh 3 (TR3) del F-35, que incluyen un procesador central mejorado, mayor capacidad de memoria y una pantalla más avanzada para los pilotos. La producción de estos componentes, a cargo de L3Harris, ya está en marcha a gran escala. La integración del software TR3, que conecta estos nuevos equipos al avión, también ha finalizado. Actualmente, los F-35 en las líneas de producción, principalmente en la planta de Fort Worth, Texas, reciben estas actualizaciones.
Como parte de las mejoras, los nuevos F-35 incorporan un sistema de apertura distribuida (DAS), compuesto por seis antenas colocadas alrededor del fuselaje para mejorar la capacidad de detección del avión. Este sistema es el primer componente esencial para la actualización Block 4, que introducirá nuevas capacidades de procesamiento, sensores y compatibilidad con armamento avanzado. Sin embargo, la integración del DAS y su software con el TR3 enfrenta retrasos, lo que ha generado desafíos en el cronograma. Lockheed espera resolver estas dificultades para finales de 2025, permitiendo que los aviones entregados sean plenamente aptos para el combate y puedan desplegarse en bases de primera línea.
La actualización Block 4 representa un paso significativo para mantener al F-35 competitivo hasta la década de 2030. Además de los sensores mejorados, incluye capacidades avanzadas de guerra electrónica y la integración de nuevos sistemas de armas. Estos avances buscan contrarrestar las crecientes amenazas de sistemas de defensa aérea y cazas adversarios, particularmente en regiones como el Indo-Pacífico, donde China ha presentado prototipos de aviones stealth en diciembre de 2024.
A pesar de los retos, Lockheed mantiene una producción estable de 156 aviones F-35 por año, impulsada por la demanda internacional de países aliados. La compañía confía en que las mejoras en curso, combinadas con la integración de tecnologías de sexta generación, consolidarán al F-35 como un pilar de la superioridad aérea para las fuerzas de Estados Unidos y sus socios.
Contexto del programa NGAD y su impacto en el F-35
El programa NGAD, iniciado a partir de estudios de la DARPA en 2014, busca desarrollar una “familia de sistemas” de sexta generación para reemplazar al F-22 Raptor en la década de 2030. Incluye un caza tripulado, denominado Penetrating Counter-Air (PCA), y drones colaborativos (CCA) que operan en equipo. En marzo de 2025, la Fuerza Aérea de Estados Unidos otorgó el contrato del NGAD, ahora redesignado como F-47, a Boeing, en una decisión que sorprendió a la industria dada la experiencia de Lockheed con el F-22 y el F-35.
Tras esta pérdida, Lockheed redirigió sus esfuerzos hacia la mejora del F-35, aprovechando las tecnologías desarrolladas para su propuesta de NGAD. Esto incluye avances en sigilo multispectral, integración de sensores y capacidades de red, que ahora se aplicarán para transformar al F-35 en un caza de “quinta generación plus”. La estrategia busca no solo mantener la relevancia del F-35, sino también ofrecer una alternativa más asequible al F-47, especialmente para aliados internacionales que enfrentan restricciones presupuestarias.
El enfoque de Lockheed refleja una tendencia más amplia en la industria aeroespacial, donde la modernización de plataformas existentes, como el F-15EX, se prioriza sobre el desarrollo de nuevos diseños desde cero. Este enfoque permite a Lockheed responder rápidamente a las necesidades de la Fuerza Aérea y sus aliados, mientras se enfrenta a competidores globales que avanzan en sus propios programas de sexta generación, como los prototipos stealth revelados por China en 2024.
Lockheed también explora la aplicación de algunas de estas tecnologías al F-22 Raptor, aunque el enfoque principal permanece en el F-35 debido a su mayor producción y presencia global. Con más de 3,500 unidades previstas para su flota mundial, el F-35 sigue siendo el núcleo de las fuerzas aéreas de múltiples naciones, y las mejoras propuestas buscan extender su vida operativa más allá de 2040.