Mediante el uso de un implante, la denominada estimulación cerebral profunda consiste en enviar impulsos eléctricos a zonas muy específicas del cerebro. Esta técnica se emplea para tratar enfermedades como el Parkinson y la epilepsia. Aunque no cura estas afecciones, permite mejorar sus síntomas.
Actualmente, diversos equipos científicos investigan en una nueva técnica de estimulación cerebral basada en ultrasonidos. Esta innovadora metodología permite activar o desactivar grupos específicos de neuronas y controlar con gran precisión la actividad motora, sin necesidad de realizar una intervención quirúrgica para implantar dispositivos. Para que las neuronas respondan a los ultrasonidos, es necesario modificarlas genéticamente de forma previa. Esta prometedora técnica se conoce como sonotermogenética.
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