Hace poco más de cinco años, la multinacional tecnológica Amazon Web Services (AWS) anunció su intención de invertir nada menos que 2.500 millones de euros para levantar tres centros de datos en Zaragoza y Huesca. En una tierra donde la logística y la agroalimentación habían acaparado los focos del crecimiento económico, la astronómica cifra (que después amplió a 15.700 millones de euros) dejó temblando a quienes asistieron a aquella presentación: nadie sabía por dónde empezar a explicar en qué consistían aquellos extraños almacenes de información que requerían semejante inyección monetaria.
Apenas un lustro después, Aragón se ha convertido en el epicentro de esta industria en el sur de Europa, con al menos 21 centros de datos en cartera que responden a una decena de proyectos distintos. Todos ellos han convertido a la comunidad en el lugar que se ha subido a la nube, el disco duro de la computación de los gigantes de la tecnología mundial, tras acaparar 37.600 millones en inversiones, que alcanzarán los 45.000 con los proyectos que se anunciarán en próximos meses.
En este contexto, cabe preguntarse cómo la vieja y a veces olvidada región aragonesa ha irrumpido así en la industria de los centros de datos. Y las respuestas brotaron en el foro Aragón da el salto a la nube, organizado por El Periódico de Aragón, de Prensa Ibérica, que días atrás congregó por primera vez a representantes de cuatro macroproyectos de centros de datos: Blackstone, Samca, Azora y AWS. Allí quedó claro que habrá que importar talento, que el debate sobre el consumo de agua está abierto porque no usar recursos hídricos implica disparar la demanda eléctrica y que este es un tren que Aragón no puede dejar pasar para catalizar la inversión que requiere la soberanía europea de la industria del dato.
«La ubicación lo explica, ya que permite conectar con cables de fibra los epicentros empresariales en el corredor entre Madrid y Barcelona. Si a eso se le suma la energía renovable, más barata, es una combinación perfecta», constató Bruno Bravo, director de Pre-Development en Europa de QTS, socio tecnológico de Blackstone, que proyecta un macrocentro de datos en Calatorao.
«No creo que seamos realmente conscientes de lo que está pasando en España y Aragón». Eso es lo que piensa Begoña Villacís, directora ejecutiva de Spain DC, sobre el aluvión de proyectos de centros de datos que van a llegar a la comunidad autónoma. «Son el corazón de la tecnología, la arquitectura básica que la ampara. Y tenemos que apostar por ello. Para un país que lleva décadas quejándose de que se ha desindustrializado, tenemos la oportunidad de liderar la industria del futuro. El momento es ahora».En una defensa del modelo aragonés, la directiva de la patronal elogió el trabajo desarrollado: «Es increíble lo que se ha hecho. Dentro de 20 años, la gente que estudie tecnología hablará de lo que está pasando ahora en Aragón», dijo en el cierre de la jornada Aragón da el salto a la nube.
De izquierda a derecha, Martí Saballs, responsable de Información Económica de Prensa Ibérica; Bruno Bravo, director de Pre-Development en Europa de QTS; David Blázquez, responsable de Políticas Públicas, Infraestructuras y Energía de AWS en España y Portugal; Javier del Pico, director del Área de Negocio de Energía del Grupo Samca, y Peter Knapp, representante de Azora. / Jaime Galindo
Un negocio especial
«Nosotros buscábamos una industria con la que pudiéramos aprovechar nuestros proyectos de energía renovable con un sistema de autoconsumo, como hemos hecho con otras industrias», subrayó Javier del Pico, director del Área de Negocio de Energía del Grupo Samca. «Este es un negocio especial. Más allá de terreno y energía, es clave el apoyo del Gobierno a medio y largo plazo. Un centro de datos se queda aquí, y eso es bueno, pero requiere apoyo a 20 o 30 años vista», agregó Peter Knapp, fichaje de Azora para impulsar su negocio de data centers como operating partner.
«Hay un volumen de desarrollos importante en Aragón, aunque no todos van al mismo ritmo. Va a ser más fácil encontrar clientes si el proyecto es capaz de llegar más rápido al mercado», apuntó Del Pico. Las obras del proyecto de la compañía aragonesa, en Luceni (Zaragoza), comenzarán en el primer semestre de 2026 y la empresa ya busca a esos clientes que podrán utilizar su infraestructura, promovida en estilo colocation (alquiler de servidores a modo de colmena).
Antonio Lacoma, director territorial de Ibercaja en Aragón, animó a las pequeñas y medianas empresas (pymes) a digitalizarse para ser más competitivas . «Alrededor del 80% de las grandes empresas utilizan los servicios en la nube, pero ese porcentaje se reduce al 35%-40% en el caso de las pymes. Ese es el primer reto para que nuestras pymes sean competitivas. Tenemos que conseguir que se digitalicen», subrayó. Junto a la apuesta por la digitalización, destacó la innovación y la gestión de la liquidez como tres factores fundamentales para su competitividad. «En los últimos años, la inversión total de las pymes y, sobre todo, micropymes se ha estancado, no ha crecido, pero sí lo han hecho las grandes empresas», afirmó.

Ricardo Martínez Jordán, director general de Eigo; José Agustín Lalaguna, CEO de Levitec, y Félix Gil, CEO de Integra, en la mesa moderada por el periodista Jorge Heras / Jaime Galindo
Sello de garantía
Entre las iniciativas anunciadas y las que están en cartera pero no se han dado a conocer, el entorno de Zaragoza suma más de 20 centros de datos. Pero solo tres, las de Amazon Web Services, funcionan hoy. «Nosotros estamos operando desde noviembre de 2022. Hay anuncios de cosas que sucederán, pero AWS ya está aquí y podemos decir con orgullo que identificamos Aragón como un sello de garantía», afirmó David Blázquez, de AWS, quien subrayó que la región ofrece «los periodos de latencia óptimos para el territorio español» y defendió que los centros de datos guardan «el santo grial» de los clientes de estas compañías.
Estas inversiones están aún pendientes de una cuestión fundamental: el acceso a las posiciones de demanda del sistema de transporte de energía para grandes consumidores, algo vital para estas infraestructuras. El presidente aragonés, Jorge Azcón, exigió al Ejecutivo de Pedro Sánchez que apoye sin titubeos el despliegue de los centros de datos, sector que está movilizando «inversiones como nunca se han visto» y que está «revolucionando» la economía regional. Sin un mayor apoyo desde Madrid, en forma de infraestructuras energéticas, advirtió de que se podrían perder algunos de los proyectos en marcha.
Buena parte del impacto económico repercute en las empresas que trabajan mano a mano con los gigantes. El «lobi maño», como lo definió José Agustín Lalaguna, consejero delegado de Levitec, compañía que ha disparado sus ingresos y plantilla al calor de AWS, es un ecosistema de empresas aragonesas de sectores como la construcción, la logística, la energía y la ingeniería que se han «ganado la confianza de los grandes inversores hiperescalares». Un conglomerado que, lejos de bajar la guardia, ha de seguir trabajando en la misma línea y alimentando ese «círculo virtuoso» en el que el trabajo de los clústeres también resulta esencial, algo que «despierta la envidia» de otras comunidades que querrían atraer esas inversiones.
«La producción de energía renovable, la disponibilidad de agua y suelo, la agilidad en los trámites administrativos, la apuesta institucional por la digitalización y el desarrollo de parques tecnológicos son factores que ayudan a que Aragón consolide su posición de liderazgo en centros de datos», subrayó Ainhoa Moll, directora editorial de Prensa Ibérica, en la apertura del foro Aragón da el salto a la nube. Para Moll, Aragón está apostando «de forma decidida» por los centros de datos, «una revolución llamada a desempeñar un papel clave en el crecimiento y expansión de las empresas». Con inversiones en los centros de datos que superan los 40.000 millones en el último año, la región «abraza con fuerza la era digital y los nuevos tiempos de la inteligencia artificial y lo hace con convicción», concluyó.
Seguir haciendo los deberes
Sin embargo, hay que seguir haciendo los deberes, como es el caso de la constructora aragonesa Eigo, líder en inmologística nacional, que hace un año impulsó la creación de una división de data centers. «Vimos una clara oportunidad de negocio y formamos un equipo especializado para entrar a competir en un sector que es un mercado de futuro muy importante», señaló su director general, Ricardo Martínez Jordán.
Por la parte tecnológica, Félix Gil, presidente de Tecnara y CEO de Integra, consultora con más de 800 empleados en todo el país, puso el foco en «la capacidad de innovación» que se puede generar: «Las empresas que invierten en estos centros de datos dan la oportunidad a las empresas locales de mejorar, formarnos e innovar y eso se puede extrapolar a múltiples sectores».