Qué osadía la del Spring Festival. Sabían que tenían contratada una joya musical de la talla de Amaia y no les tembló el pulso al utilizar su comodín a las primeras de cambio. Tras un arranque rudo a cargo de Repion, que luchaban contra el calor a base de fuerza sonora, llegó el, posiblemente, mejor momento de todo el festival. Amaia hacía acto de presencia con su característica forma de ver la vida. «Tocotó» arrancaba de la forma más inusual posible: con la intérprete lista para salir del establo.
La actuación podía definirse de muchas maneras, pero hay dos palabras que definen a la perfección este espectáculo: extravagancia y virtuosismo. El primero, porque en una industria musical donde todos buscan guardar la compostura con una imagen que, entienden, es la ideal, Amaia huye de convencionalismos y ha ideado un show donde baila como le da la gana y se permite mostrarse al público como es ella. Y segundo, porque es capaz de no desentonar y erigir su poderío vocal en un festival donde, lo que menos sobresale, es la calidad vocal de sus artistas.
Estas son las mejores imágenes del último día del Spring Festival 2025 / Jose Navarro
Solo unas pocas artistas tocadas por la varita de Euterpe son capaces de enmudecer a todo un festival. Y Amaia, con su arpa como única aliada, lo consiguió interpretando una canción que profundiza sobre algo tan natural como la muerte. Pero es la forma con la que lo hace, con la delicadeza de quien es capaz de disociar conceptos y buscar la emoción desde lo sencillo y racional, lo que impresiona. «Ya está» hizo llorar a muchos de los presentes, algunos incluso lejos de la idea musical de la intérprete. Porque consigue llegar a todos, sean o no adeptos a su música.
Era la segunda vez que acudía a este festival. En el primero, una gran llovizna cayó mientras interpretaba la hipnótica «El relámpago» y, en esta ocasión, consiguió embelesar hasta a las mariposas. Hay que reivindicar a gritos el talento de artistas que marcan la diferencia, que se atreven a hacer lo que nadie más hace. Y, por encima de todo, que tienen el poder de hipnotizar con su timbre y su sonrisa. Un talento innato que no debemos dejar perder.
Después de ella, cualquiera que viniera iba a estar un escalón por debajo. El turno fue para Miss Caffeina, que regresaban a los escenarios tras un corto parón para deleitar a sus seguidores con una retahíla de grandes éxitos antes de sorprender con una propuesta que, aseguraron a INFORMACIÓN en una entrevista, iba a priorizar la puesta en escena con la imposición de coreografías de baile. En lo que respecta a su concierto, fue un recital sin grandes alardes al que le faltó energía y conexión con una ciudad que ya ha recibido incontables veces a los madrileños.

Estas son las mejores imágenes del último día del Spring Festival 2025 / Jose Navarro
En cambio, el que sí conectó con el público fue Mikel Izal. Un tipo que ha separado caminos con su grupo para hacer música propia más conceptual, que mantiene las vibras de su banda anterior. Una fórmula efectiva que le ha brindado la oportunidad de estar presente en todos y cada uno de los festivales del género. Sus canciones son ya clásicos de la música nacional, las antiguas, y hace gala de ellas como si el tiempo no hubiera pasado en él. Un espectáculo visualmente perfecto, con canciones conocidas por todos y separado en capítulos como su último álbum. Finalizó con una de cuño propio, «El paraíso», pero entre medias ofreció una retahíla de grandes éxitos de la talla de «El baile», «Copacabana» y «La mujer de verde».
Mikel Izal dio paso a un proyecto que sorprende que siga triunfando después de tantos años. Carlos Areces y Aníbal Gómez se lo pasan genial con Ojete Calor. Eso se nota. Y trasladan eso a la gente: un karaoke que cada vez concentra a más gente. Este año, incluso Amaia, no se quiso perder el concierto y observó el recital de subnopop desde el foso. Entre parodias y chistes con lo fea que es Alicante, se coló una manera diferente de hacer comedia y una miscelánea de universo retro que bien podría haber tenido la manida etiqueta de «remember». Los Ojete no fallan, quizás por eso Spring Festival cuente tanto con ellos. Y quién sabe, quizás el año que viene ponen rumbo a Eurovisión (o al menos amenazaron con ello).

Estas son las mejores imágenes del último día del Spring Festival 2025 / Jose Navarro
Al cierre de esta edición, sobre el escenario ubicado en Multiespacio Rabasa se encontraba Fangoria. Es sorprendente ver el número de artistas que han repetido en este festival, pero es otra de esas formaciones que llenan con su simple presencia. Cada vez, las actuaciones de Alaska se rigen más por el poderío de su elenco que por el suyo propio, pero no cesa de plasmar coreografías en las que ella es la protagonista. La experiencia te hace delegar esfuerzos, pero sin apartar la mirada de ti. Y es que, si eres historia viva de la música española, lo tienes más que permitido. Así, y a falta de atractivos como los «pegados» Alcalá Norte o los siempre excelsos La Casa Azul, se cerraba una nueva edición del Spring Festival, que mantiene vivo su trono con un lleno absoluto y abre oficialmente la temporada festivalera nacional.