199 partidos oficiales con el Valencia Femenino que se dice bien pronto.
¡A uno te has quedado de 200! Sí, me quedé a uno que justo fue la tarjeta que me sacaron contra el Espanyol, me dio muchísima rabia, pero al final esos 199 partidos son representativos de estos últimos 8 años que he estado en el club. Al final los 200 es un número y me voy contenta por haber defendido el escudo 199 veces.
Qué bonita la despedida.
Fue algo precioso y desde aquí quiero agradecer al club por ese pequeño homenaje que me rindió y gracias también al Real Madrid por esa muestra de respeto al haber colaborado en el homenaje. Fue algo muy bonito que no voy a olvidar. Me llevo un cariño de toda la gente que es algo sagrado. Fue la manera de darme las gracias por todo lo que he luchado por ese escudo que tanto sienten y yo también. Me voy con una espina tremenda del descenso en el corazón que no me voy a sacar y ojalá que pronto el Valencia esté donde tiene que estar.
¿Cuáles fueron las palabras que más te llegaron al corazón?
Me escribió mucha gente. Gente que ya no está en el club. Les di las gracias personalmente a cada uno de ellos porque todos forman parte de la historia que yo he formado en el Valencia. Me llevo gente que se ha convertido en amigos y en familia que se han quedado para siempre en mi vida personal. Lo más bonito del fútbol son las personas que te deja en todos los sitios por los que vas pasando. Y a mí València me ha cambiado la vida y es algo que no voy a olvidar nunca.
¿Te hubieras quedado?
El club me comunicó que no sigo y una vez pasa eso mi representante empieza a moverse. Yo le di al club las gracias por haber tenido esa conversación conmigo, lo acepto porque estoy muy agradecida al club por todo lo que me ha dado y llego a decir que mi ilusión y mi sueño es retirarme en el Valencia y lo sigo diciendo, no sé cuál va a ser el futuro del club, pero yo planteo que ojalá dentro de uno o dos años o cuando todo se encarrile me encantaría volver un año aunque sea al Valencia sea donde sea y poder retirarme con el escudo del Valencia en el pecho.
Son ocho años los que dejas atrás. Es difícil, pero ¿Con qué momentos te quedas?
En el recuerdo siempre van a estar los partidos de Mestalla. Además este año tuve la suerte de poder marcar un gol. Es un recuerdo que no voy a olvidar nunca, también victorias en el Ciutat como mi primer año con gol de Lombi que es una de las personas que me llevo de aquí. No sé qué será de mi el año que viene, pero llevaré al Valencia en cl corazón y siempre que tenga un hueco estaré en el Puchades animando al equipo.
¿Qué significa el Valencia para ti?
Significa vida y sentimientos. Creo que aquí he dado mi mejor rendimiento deportivo y eso me abrió también las puertas de la selección gracias al Valencia por lo que siempre estaré eternamente agradecido al club. Si he ido a la selección es por la confianza que me dio el Valencia desde el primer minuto. València para mí es mi hogar. Se lo dije a las chicas antes del último partido. Les dije que una de las cosas más bonitas de la vida es encontrar tu hogar en un sitio lejos de tu casa y ese hogar es Valencia para mí. Mis sobrinos viven en Madrid y verlos con la camiseta del Valencia puesta es un orgullo.
Te vas como valencianista y como valenciana diría yo.
Sí, soy gaditana de nacimiento, criada en Madrid, pero soy valenciana de acogida. He sentido la ciudad y quiero volver aquí. Una vez que el fútbol ya no sea parte de mi vida en activo, quiero establecer mi hogar aquí y seguir viviendo en esta ciudad que me ha acogido con os brazos abiertos y me ha maravillado. El Valencia está en mi corazón y desde ahora voy a sufrir como una aficionada más. La forma de vivir el valencianismo de los valencianos me ha llegado al corazón. Estuve en la última final de Copa que no pudimos ganar y nunca olvidaré a la gente tirando tracas en la plaza de la Giralda. Por cada esquina te encontrabas un valencianista. Fue algo increíble.
¿Te esperabas la grandeza del club y la ciudad cuando firmaste hace ocho temporadas?
No, para nada. No la conocía. El Valencia lo conocía porque ha sido un grande, recordaba sus finales de Champions, pero cuando estás fuera no te das cuentas de cómo se vive el Valencia aquí y lo grande que es. Al final me siento muy identificado por cómo se defiende el escudo y cómo se alienta en los buenos y malos momentos. Eso es lo que me ha hecho enamorarme de este club. Para mí, fichar en el Valencia fue la mejor decisión de mi vida. Cuando me llamó mi representante, que justo había conseguido el ascenso con el Madrid CFF a primera división, me dijo: ‘Te voy a cambiar la vida. Me ha llamado el Valencia y está interesado en ti’. Yo no lo dudé ni un momento y viéndolo ocho años después, ha sido la mejor decisión de mi vida.
Me hablabas antes de Mestalla. Ese estadio marca mucho.
Este año he ido menos porque la temporada ha sido duro y mentalmente me costaba mucho y tenía menos ganas de fútbol, pero he ido muchos años como aficionado, he tenido la suerte de jugar y es un ambiente único, de los mejores estadios del mundo, sino el mejor.
¿Y que se siente al llevar el brazalete?
Ser capitana del Valencia es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Era una responsabilidad cuando me llegó el momento porque lo habían llevado jugadoras muy importantes en el club, leyenda como Mapi, Ivana, Gio, Paula Nicart que cuando yo llegué era una de las referentes… Llevar el brazalete tiene un peso muy grande, pero aprendí de ellas y para mí ha sido un honor representar el escudo. Lo he intentado hacer lo mejor posible con mi sentimiento, mi trabajo y mi sacrificio en cada partido.
¿Duele irse con el mal sabor de boca del descenso?
Es una espina que no me quito ni me voy a quitar. Ha sido una temporada muy complicada desde el principio. Nos penalizó mucho la primera vuelta. Luego llega Cristian y el equipo empieza a reaccionar, pero un poquito tarde. Nos han faltado unas jornadas para conseguir la salvación. Ha sido muy duro. Espero que pronto se pueda solucionar y que el Valencia haga un buen proyecto y se pueda celebrar el ascenso a primera.
En redes pediste perdón a la afición.
Qué mínimo para todo esa gente que ha estado ahí en el Puchades. Y fuera de casa. Tu vas dónde sea y siempre hay una bandera del Valencia que es algo que no pasa con otros equipos. Nos han dado mucho apoyo y cariño y qué mínimo que pedirles disculpas. Quiero volver a pedirles perdón porque no hemos estado a la altura y de corazón decirles que lo siento. Ha sido una temporada muy dura. Nos hemos apoyado en la familia, mis padres, mi pareja este año tiene el cielo ganado por todo lo que ha aguantado…
¿Habéis sentido el apoyo del club?
Sí, al final cuando pasa un descenso es culpa de todos, de todos los que estamos involucrados en el proyecto. Las jugadoras no hemos estado a la altura, pero seguramente fuera del césped se podrían haber hecho más cosas. Tenemos culpa todos y todos tenemos que hacer autocrítica. Hay que aprender de los errores cometidos para que no vuelva a pasar. Yo creo que el club va a reaccionar y lo tiene que hacer porque la segunda división es muy competitiva y complicada y el Valencia como institución tiene que estar en primera.
¿Y ahora qué? ¿Dónde te vamos a ver jugar?
No tengo todavía el futuro claro. Quiero seguir jugando, el cuerpo me está respetando, la cabeza también. Aunque la temporada no ha sido buena, en lo personal me he encontrado bien, al rodilla no me ha dado problemas y quiero seguir jugando. ¿Cuántos años? No lo sé. Sé que hay varias opciones y ojalá pueda resolverlo pronto y salga bien.