Un preso de la cárcel de Villena que afirma sentirse mujer agredió este jueves a una funcionaria del centro y le causó lesiones que no son graves, según ha denunciado el sindicato «Tu abandono me puede matar» (TAMPM), que indica que es la segunda agresión que se registra en la prisión tras el reciente ataque a otro funcionario en el módulo de Aislamiento.
TAMPM explica en un comunicado que la nueva agresión se produjo este jueves por la tarde en uno de los módulos de régimen ordinario. Según el sindicato, el recluso aprovechó la bajada de las celdas para golpear a una funcionaria en la cara, «causándole lesiones que afortunadamente no revisten especial gravedad, gracias a que la misma supo zafarse a tiempo de evitar males mayores».
Antes de producirse la agresión, el preso ya había amenazado e insultado a la trabajadora, llamándola «perra”. TAMPM señala que el interno, que afirma sentirse mujer pero quiere estar en los módulos de hombres, «altera el funcionamiento del módulo y del día a día del resto de internos, manifestando una conducta errática y de total ausencia de respeto hacia los demás y hacia los códigos que rigen el interior de las prisiones».
Prueba de ello es que aprovecha cualquier situación para apropiarse de las pertenencias de sus compañeros de módulo. Todo ello ha generado mucha tensión en el interior del módulo, así como quejas de los internos en varias ocasiones, lo que provoca que los trabajadores del módulo le recriminen dicha actitud.
Actitud misógina
Esta circunstancia, «en combinación con la actitud misógina que el mismo manifiesta, pudo desatar y proyectar la reacción violenta hacia la funcionaria agredida», indica «Tu abandono me puede matar» .
El interno que llevó a cabo la agresión había sido encarcelado de nuevo después de haber conseguido el tercer grado, un régimen de semilibertad muy anhelado por la gran mayoría de los reclusos, explica el sindicato.
«Tu abandono me puede matar» recuerda que los trabajadores penitenciarios continúan reclamando el restablecimiento de la autoridad en el interior de las prisiones y por ende la consideración de los mismos como agentes de la autoridad, y que la suya sea considerada como profesión de riesgo.
TAMPM denuncia que los funcionarios de prisiones sufren una agresión cada 36 horas, siendo el colectivo más castigado en este sentido. Al mismo tiempo que ponen de manifiesto que «una ratio de dos funcionarios para más de 100 internos resulta a todas luces más que insuficiente para poder desempeñar su trabajo con unas condiciones mínimas de seguridad».
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