Miguel Ángel Gallardo ya es expresidente de la Diputación de Badajoz. Tras diez años al frente de la institución provincial, este viernes se ha hecho efectiva su renuncia.
«Me llevo haber servido a mi tierra con entrega y con alma», ha asegurado Gallardo, quien ha reconocido irse con el corazón lleno de «gratitud, orgullo, emoción y nostalgia» y ha agradecido a sus compañeros de la corporación provincial y trabajadores de la ‘casa’ su trabajo.
En su discurso de despedida, ha repasado los logros de esta última década, en la que, según ha destacado, se han puesto en marcha proyectos y programas innovadores, que han conseguido «transformar» la provincia y que -ha lamentado- si se hubieran desarrollado en algún territorio del centro de España habrían tenido «más resonancia».
Gallardo ha recordado que dejó el «confort» de la alcaldía con mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Villanueva de la Serena para ponerse al frente de la institución provincial y que ahora se marcha «a la oposición» para contribuir desde la Asamblea para contribuir a hacer «una Extremadura mejor».
Sin hacer mención en ningún momento al procedimiento judicial por el ‘caso David Sánchez’ ni a la polémica por su aforamiento, ha agradecido a sus compañeros del PSOE y también a los del PP su trabajo. «Juntos hemos hecho posible lo que parecía difícil, sin sectarismo ni colores».
«La diputación se queda en buenas manos», ha dicho sobre su sucesora, Raquel del Puerto, que se convertirá en la primera mujer en presidir la institución provincial en toda su historia.
Gallardo ha asegurado que pasa el testigo «a una gran mujer, con capacidad, fuerza u sensibilidad, que continuará el camino abierto y abrirá otros nuevos».
«Me voy, pero no me alejo, mi compromiso con esta tierra sigue intacto, ahora desde la Asamblea de Extremadura», ha concluido el líder de los socialistas.
Tras dar conocimiento de su renuncia en el pleno, Raquel Del Puerto, como vicepresidenta primera, ha ocupado la presidencia en funciones, hasta el término de la sesión. La sucesora de Gallardo ha dedicado palabras de elogio a su antecesor, que según ha destacado, a lo largo de sus 10 años de mandato ha dejado «un importante legado en esta institución y en la provincia». «Ha demostrado que desde la diputación se puede gobernar con alma y eficacia», ha valorado.
Respeto y lealtad
También el portavoz del PP, Juan Antonio Barrios, ha querido despedirse públicamente del expresidente. «Hemos tenido nuestras discrepancias políticas, pero siempre ha reinado entre nosotros la cordialidad, el consenso y la lealtad en beneficio de nuestros vecinos», le ha dicho. En este sentido, ha recordado que en esta década han conseguido alcanzar muchos acuerdos, especialmente en momentos complicados, como durante la pandemia.
Gallardo le ha contestado que esos sentimientos eran «recíprocos» y ha asegurado que si algo le gustaría ‘llevarse’ de la institución provincial a la Asamblea de Extremadura es el clima de respeto en el que se ha desarrollado el debate político, en el que «el insulto siempre ha quedado excluido». «Hemos discrepado, incluso de forma acalorada, pero nunca ha habido un mal gesto ni una falta de respeto», ha destacado.