Llevamos unos días escuchando a diario los tejemanejes que estaría realizando presuntos fontaneros del Partido Socialista, como coloquialmente se les llama en la jerga política y que efectúan su trabajo para mantener en el poder a Pedro Sánchez.
Este término se refiere a aquellas personas que hacen un trabajo sucio dentro de la formación con tal de que este tenga un funcionamiento correcto internamente y sin salir a la luz, algo que aquí se ha destapado.
Pues bien, esto ha llevado a que los profesionales que vienen a nuestras casas por ejemplo, a través de la Asociación provincial de agua, gas y calefacción de Castellón rechacen este término para referirse a personas que se dedican a prácticas mafiosas o de manipulación.
Creen que es una falta de respeto e injusto reducir su labor a prácticas turbias y exclaman que no se puede comparar a un profesional con un presunto mafioso.
Su postura
Desde APIMAGC, Asociación provincial de agua, gas y calefacción de Castellón, «queremos manifestar nuestro profundo rechazo al uso despectivo del término ‘fontanero/a’ para referirse, en ciertos entornos mediáticos y políticos, a personas implicadas en prácticas mafiosas, conspiraciones partidistas o manipulaciones encubiertas«.
Esta expresión, «que lamentablemente se ha repetido en los últimos días para aludir a figuras ajenas al sector técnico, supone una falta de respeto intolerable hacia un colectivo profesional imprescindible para la vida cotidiana de nuestra sociedad«.
Reivindican que «los fontaneros y fontaneras son profesionales cualificados, formados, con años de experiencia y vocación de servicio», además de ser «quienes garantizan el acceso al agua potable, la seguridad sanitaria en edificios, el buen funcionamiento de instalaciones críticas en hogares, hospitales, industrias o centros educativos. Su trabajo es tan invisible como vital. Y merece respeto».
Y ante ello, lamentan que «reducir su oficio a una metáfora de prácticas turbias no solo es injusto: es una irresponsabilidad que alimenta estigmas, desprestigia la formación técnica y perpetúa una visión errónea de los oficios manuales, que son base del desarrollo económico, el bienestar social y la sostenibilidad«.
La Asociación provincial de agua, gas y calefacción de Castellón exige «a los responsables públicos, comunicadores y líderes de opinión un uso riguroso del lenguaje, acorde con los valores democráticos que dicen defender. Porque el lenguaje construye realidades. Y porque ningún profesional honesto debe ser utilizado como símbolo de corrupción«.
E insiste en que se rectifique «este tipo de expresiones y a poner en valor a los trabajadores y trabajadoras que, con humildad y pericia, sostienen lo esencial sin protagonismo«. Con contundencia, «alzamos la voz no solo por los fontaneros y fontaneras. Lo hacemos por todos los oficios técnicos que, lejos de los focos, son sinónimo de dignidad, esfuerzo y compromiso».
Por último, exclaman: «¡Basta ya de frivolizar con lo que otros construyen con las manos y el sudor!. No se puede comparar a un profesional con un presunto mafioso o mafiosa«.