El tratamiento televisivo de casos sexuales en prisiones indigna al colectivo de funcionarios penitenciarios

A la supuesta consecución de privilegios mediante favores sexuales a un vigilante por Ana Julia Quezada, que cumple condena en la cárcela abulense de Brieva por el aseinato del niño Gabriel Cruz, se le une el hallazgo en la prisión de manchega de Herrera de un dispositivo wifi durante un registro practicado a Miguel Carcaño, asesino de Marta del Castillo, que lo habría obtenido, presuntamente, a cambio del mismo tipo de servicio a un funcionaria. Ambos casos han ocupado amplios espacios en programas de televisión, basados en la explotación de los casos con el testimonio de otros presos.

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