Además
de los fontaneros del PSOE, que ofrecen los servicios
de la Fiscalía a cambio de información contra la Guardia
Civil que permita desbaratar las causas judiciales contra el Gobierno, hemos vivido también una semana en la que se ha vuelto a
hablar de los enchufes que impuso el PSOE en determinadas
empresas públicas para contentar a familiares, amigos o allegados. Y eso ha ocurrido con Tragsatec y la contratación de Jéssica.
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La entrevista de las 9H con Herrera
Javier Carballo es delegado del CSIF en Tragsatec y este viernes en ‘Herrera en COPE’ ha admitido tener una «sensación agridulce», porque pese a ser una empresa «importante», antes tenía poco reflejo en los medios y ahora «no nos gusta salir así».
Ha admitido que tiene «el orgullo de representar a los trabajadores de Tragsatec» y ha defendido su sistema de control de fichajes, «uno de los más avanzados que hay en España ahora mismo» y también ha defendido la actuación de Virginia Barbancho, responsable del proyecto para el que se contrató a la expareja del exministro Ábalos, asegurando que siempre tuvo sus dudas, pero el cliente siempre pagó las certificaciones, con lo cual dio por hecho que Jéssica sí hacía el trabajo.
Cuando abandona ese cargo, pierde «la trazabilidad» y la pista del o que hacía la expareja de Ábalos.
«Virginia dijo «oye, tengo mis dudas, porque no está cumpliendo los requisitos formales del fichaje, pero ya que hace el trabajo el cliente, el cliente nos paga la certificación, entiendo que sí lo está haciendo»», ha relatado Carballo.
Por lo visto, durante la pandemia, Jéssica estaba teletrabajando y, pese a todo, Adif nunca puso ninguna queja, con lo cual desde Tragsatec dieron por hecho que estaba haciendo su trabajo.
Escucha el audio superior de esta noticia para escuchar la entrevista completa a Javier Carballo, delegado de CSIF en Tragsatec.
