La secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, ha salido al paso este viernes de las dudas que a la izquierda del PSOE genera el aumento sin precedentes de presupuesto militar de España. «De ninguna de las maneras se va a comprometer el gasto social», ha asegurado, y ha basado esa apuesta en su convicción de que la inversión en defensa «suma más empleo, más riqueza, retorno social que ayudará al sostenimiento del nuestro Estado del bienestar».
Por llegar este año a un 2% del PIB dedicado a la defensa y el rearme de España «no habrá más presión fiscal, ni impactará en la deuda, ni afectará al gasto social», ha insistido Valcarce. En un desayuno organizado por el Foro Nueva Economía en Madrid, la secretaria de Estado ha defendido el Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y Defensa del Gobierno, subrayando que, de su dotación de 10.471millones de euros, se espera un retorno fiscal de entre el 0,4 y el 0,7% del PIB.
La número dos de Defensa ha descrito un programa que «no tiene precedentes, ambicioso, histórico» aportando dos claves: «De cada diez euros del plan, ocho se ejecutarán en España», y «tres van a políticas de I+D+i». Al tiempo que elogiaba el plan, ha señalado que el objetivo del Gobierno es «que tenga un gran impacto en el empleo y con una distribución homogénea en el territorio».
De dónde sale el dinero
En el auditorio que ha seguido el desayuno estaban representantes de las principales empresas del sector español de la defensa -Indra, Airbus, Navantia, Escribano, Oesía, Sapa…- y a esa facción del empresariado ha dirigido también mensajes Valcarce cuando ha señalado que, si bien el plan del Gobierno «es sobre todo industria», al tiempo «responde a la búsqueda de cohesión social y territorial». En el plan el empleo es el eje, «un empleo que tiene el reto de la formación, porque necesitamos talento para la industria de defensa».
La número dos de Defensa también ha salido al paso de las dudas que el plan genera entre el empresariado por no haber nuevos presupuestos del Estado. Para ello ha señalado tres fuentes de financiación de los 10.471 millones. La primera, «el excelente comportamiento de la economía española, que lidera el crecimiento en Europa». La segunda, reasignación de créditos de los fondos europeos PRTR que no han sido ejecutados. Y la tercera, «reasignación de fondos de partidas presupuestarias no ejecutadas».
Pero «debe ser un plan inteligente de inversión» y «tiene que haber retorno, es lo que esperamos: retorno social vía creación de empleo, y un retorno fiscal» por su impacto previsto en el PIB.
Ciberdefensa
Aviones de combate y de patrulla, un nuevo sistema de drones, fragatas F100 modernizadas, vehículos para el campo de batalla terrestre, nuevos helicópteros, el escudo antimisiles de Europa, y software para blindar los sistemas informáticos son los principales proyectos que ha destacado Amparo Valcarce de los 31 programas de innovación en los que anda embarcado el ministerio de Defensa-
Y de todos ellos, ha puesto en el primer lugar las tecnologías virtuales, o sea, «el acento en ciberseguridad, ciberdefensa, inteligencia artificial y computación cuántica, disciplinas que «son transversales a todos los programas, elemento clave de modernización». Para Defensa «todo el pilar de ciberseguridad y ciberdefensa es una prioridad», ha asegurado.
De hecho, de cada diez euros del plan del Gobierno, dos van a ese flanco porque «ya no hay seguridad sin ciberseguridad -ha explicado´- Los quirófanos de un hospital no pueden funcionar sin ciberseguridad, ni puede haber garantía bancaria sin ciberseguridad». La creciente amenaza contra los sistemas informáticos del país y de Europa puede «vulnerar de una forma muy agresiva los derechos de los ciudadanos».
La secretaria de Estado ha subrayado que España es la cuarta potencia en industria de defensa de Europa el y octavo exportador mundial, además de uno de los únicos ocho países que disponen de los misiles antimisil Patriot en su estructura de defensa antiaérea, «y tiene en marcha la reposición y ampliación de este compromiso».
Israel, «objetivo cero»
Una vez más un alto dirigente de Defensa ha asegurado que no se comercia con armas de firmas israelís, aunque esa afirmación no pueda ser todo lo taxativa que pudiera pretender el ala izquierda de la coalición de gobierno, pues hay tecnología israelí clave en programas de las Fuerzas Armadas.
Preguntada por el asunto, Valcarce ha aprovechado su comparecencia pública para condenar «la invasión de Gaza y las masacres que se están produciendo», y ha asegurado: «No compramos ni vendemos armas a Israel. Debe quedar muy claro». Ahora bien, «ciertamente, algunos programas, tienen dependencias tecnológicas de alguna empresa de Israel».
Tras reconocerlo, la número dos de Defensa ha contado que trabajan en desligarse de cualquier dependencia de uno de los principales innovadores militares del mundo. «Algunas cuestiones de carácter tecnológico [israelí] sí están incluidas en programas en curso, y ya estamos trazando los planes de desconexión, que buscan autonomía, que no dependamos de Israel«, ha dicho. Por una cuestión de autonomía estratégica, el Gobierno se plantea un «objetivo cero en las relaciones tecnológicas» con la industria israelí.