Una sobrecogedora avalancha de hielo, rocas y barro provocada por un glaciar sepulta a un pueblo en Suiza

Una avalancha de hielo, rocas y barro sepultó este miércoles prácticamente todo el pueblo de Blatten, en el cantón suizo de Valais, tras el colapso del glaciar Birch, dejando a 300 personas sin hogar y un desaparecido. El Ejército ya ha desplegado a un equipo de efectivos para tratar de encontrar a este hombre de 64 años.

El deslizamiento, de una violencia devastadora, arrasó el 90% del casco urbano e implicó el desprendimiento de unos 3,5 millones de metros cúbicos de material que descendió la ladera a una gran velocidad, bloqueando además el curso del río Lonza, según informaciones transmitidas desde el lugar por la televisión pública suiza RTS.

Una serie de imágenes captadas con drones muestran un manto gris donde antes se encontraban casas, caminos y praderas.

Del glaciar habían empezado a caer a mediados de mes una cantidad de rocas que iban aumentando conforme pasaban los días, lo que llevó a una rápida evaluación de la situación y a emitir una orden de evacuación de los 300 habitantes del pueblo tras confirmarse la gran inestabilidad del terreno.

«Sabíamos que era cuestión de tiempo. La ladera estaba saturada de agua de deshielo y el glaciar actuaba como una cuña inestable entre la roca y el vacío. Fue un desastre natural, pero no una sorpresa«, declaró a medios suizos uno de los expertos que supervisaban el glaciar, Kamal Weiss.

«Esto es lo peor que podíamos imaginar. Este suceso nos deja conmocionados», declaró por su parte Albert Roesti, ministro suizo de Medio Ambiente, el miércoles por la noche en una conferencia de prensa en el cantón de Valais, donde se encuentra el pueblo.

El impacto económico es considerable por la destrucción de las infraestructuras locales y porque el bloqueo del río Lonza plantea nuevos riesgos de inundaciones en los próximos días, han señalado las autoridades.

El incidente ha reavivado la preocupación por el impacto del aumento de las temperaturas en el permafrost alpino, aunque hasta ahora los expertos ambientales se han mostrado cautelosos a la hora de atribuir el colapso del glaciar a los efectos del cambio climático.

El desprendimiento de una parte del glaciar Birch, en el valle de Loetschental, se produjo después de que secciones de la montaña situada detrás de él comenzaran a caerse en los últimos días, arrastrando consigo gran parte de la masa de hielo.



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