El programa La Linterna, dirigido
por Ángel Expósito, ha dedicado su habitual espacio sobre el sector
primario a analizar el auge de un cultivo de moda en España: el pistacho, un fruto seco
cuya producción y consumo no dejan de crecer. En una entrevista con
Pedro Bellón, empresario especializado en la gestión de
plantaciones en Ciudad Real, se han desgranado las claves de este
cultivo, que ya ocupa el 10% de las casi 800.000 hectáreas dedicadas
a frutos secos en el país y podría generar más de 100.000 empleos
en cinco años.
Bellón explica que el pistacho se ha
convertido en una alternativa más rentable que los cultivos
tradicionales de Castilla-La Mancha, como la viña o el cereal.
Aunque históricamente se asociaba al secano, hoy el 30% de las
plantaciones ya son en regadío.
Pistachos de Castilla-La Mancha
«El 70% sigue en secano, pero
el cambio climático y la búsqueda de mayor productividad están
impulsando la transformación», señala. Su rentabilidad, sin
embargo, requiere paciencia: el árbol tarda entre seis y siete años
en alcanzar su plena producción.
El precio por kilo
El experto detalla que la inversión
inicial varía según el método de plantación. Optar por árboles
ya injertados ronda los 3.500-4.000 euros por hectárea, mientras que
injertar en campo reduce el costo a 1.300-1.500 euros. A esto se
suman unos 1.000-1.200 euros anuales de mantenimiento en secano.
«Hasta el sexto año son gastos sin retorno, pero luego la
amortización es clara«, afirmó. La producción oscila entre
500 y 1.700 kilos por hectárea, y el precio en ecológico alcanza
los 6,5 euros el kilo, según las liquidaciones de su cooperativa.

Pistachos
Pilar García de la Granja,
colaboradora del programa, subrayó el esfuerzo económico inicial:
«Hablamos de unos 6.000-7.000 euros en los primeros años».
Bellón matizó que, aunque el desembolso es alto, los costes se
compensan a largo plazo, especialmente en zonas como La Mancha, donde
el clima es idóneo.
El trabajo que requiere el pistacho
El pistacho exige cuidados
específicos. «No son muchos trabajos, pero deben hacerse en
momento exacto: poda, tratamientos foliares, formación de
injertos… Un error retrasa la producción», advirtió Bellón.
Además, la elección de variedades es crucial: algunas son sensibles
a heladas, y otras no se adaptan bien a ciertos suelos.
El expresario también destaca el
aumento del consumo, impulsado por la hostelería y la repostería.
«La pasta de pistacho es un éxito en la industria alimentaria»,
apuntó Bellón. Ángel Expósito resaltó la paradoja: «En un
sector primario con múltiples problemas, el pistacho da esperanzas».