Los avances tecnológicos han permitido al hombre romper con las barreras del presente y avanzar hacia el futuro con seguridad en distintos sectores económicos. También la Armada Española se ha subido a ese carro de la mano de una empresa de la Región. La firma J.P. Alcaraz Electrónica está colaborando con el Ministerio de Defensa para, entre otros aspectos, modernizar los sistemas de navegación de buques antiguos, que ahora incorporan cartas náuticas digitalizadas.
Los primeros servicios que se prestaron a la Armada Española fueron en el buque de salvamento marítimo Neptuno, donde se ofrecieron soluciones de comunicación submarina y cascos de inmersión profunda, entre otros. Una conexión con la Armada que se mantiene más viva que nunca a día de hoy.
Esta colaboración sentó las bases de una relación sólida y duradera con el Ministerio de Defensa. Sin duda, como dice el gerente de la compañía, José Pérez Alcaraz, «las claves para mantenerse en la brecha son la innovación continua; la confianza ganada durante años se basa en un servicio personalizado, disponible las 24 horas al día, los 365 días al año, que va más allá de lo convencional en el sector».
El fin: seguir apostando por proyectos tecnológicos, como es el caso de la integración de sistemas de navegación Wecdis en buques veteranos de la Armada, para que estas embarcaciones no se queden obsoletas. Este sistema permite una navegación digital precisa, eliminando la dependencia de cartas náuticas en papel y mejorando notablemente la eficiencia a bordo.
Cámaras hiperbáricas
Otro de los proyectos estrella es la innovación en los equipos de aire respirado de las cámaras hiperbáricas del Centro de Buceo de la Armada, una mejora clave que posiciona a la empresa como referente en modernización de sistemas críticos. J.P. Alcaraz Electrónica se une así a los gigantes tecnológicos como Navantia, Indra o Repsol y Telefónica, pero su principal cliente continúa siendo la Armada Española. La empresa no solo responde con eficiencia, sino que adapta cada solución a la necesidad específica del cliente, marcando una clara diferencia en el mercado.
Lo que comenzó como un pequeño equipo de dos personas ha evolucionado hasta convertirse en una plantilla de más de medio centenar de miembros altamente profesionalizados. La estructura organizativa de J.P. Alcaraz Electrónica se apoya en la dirección de la segunda generación familiar, comprometida y con una clara visión de futuro.
El gerente de la compañía deposita, a día de hoy, la confianza en sus tres hijos. A sus 68 años hace hincapié en que siempre será pronto para jubilarse mientras siga levantándose con ilusión por su proyecto.
Es una empresa familiar con sede en Murcia, que opera en toda España y, aunque actualmente no tiene presencia fuera del país, la vocación de expansión está latente y abierta a proyectos internacionales, si las condiciones lo permiten.
En la página web de la compañía también se pueden conocer todos los servicios que ofrecen y los trabajos que desarrollan. En colaboración con la Armada está trabajando, a través del Ministerio de Defensa, en un nuevo sistema de «predicción de operación de vehículos no tripulados en plataformas navales». Su finalidad sería la de informar al vehículo aéreo no tripulado sobre los movimientos que realice el buque partiendo de las condiciones marítimas y meteorológicas, pasando por las características del barco y con la suficiente antelación para que pueda aterrizar con seguridad.
De momento, este nuevo sistema solo se utilizará para el terreno militar: depende de los resultados que arroje, se estudiará la idea de emplearlo también para civiles. De este modo las funciones de rescate y búsqueda en el mar en condiciones extremas se realizará de una manera mucho más rápida sencilla y fácil.
En J.P. Alcaraz Electrónica, al trabajar para la Armada Española, la formación sobre drones está a la orden del día. De hecho, según explican desde la compañía, los empleados trabajan día a día para tener los últimos conocimientos en este tipo de vehículo y, de este modo, poder satisfacer las necesidades de los clientes. Desde la empresa indican que si desean recibir cualquier tipo de información sobre el vehículo aéreo no tripulado, y sus grandes ventajas en su buque, puede ponerse en contacto con ellos a través del correo [email protected].
Desde los comienzos en J.P. Alcaraz Electrónica trabajaron para solventar cualquier problema de la electrónica naval. Teniendo en cuenta el avance de las tecnologías, «siempre hemos contado con las empresas número uno de cada uno de los sectores y con los materiales de primera calidad», resalta el gerente de la compañía.
El trabajo en la electrónica marina abarca desde el diseño, fabricación, suministros, mantenimiento de productos electrónicos hasta la adaptación de sistemas electrónicos a sistemas actuales. Los sistemas electrónicos actualmente son el motor fundamental para la electrónica naval y la navegación. «Han aportado muchas facilidades que antes no teníamos, disponer de un radar o de un sistema de navegación supone un avance enorme para nuestros clientes. Por ello adaptamos sus antiguos sistemas electrónicos a sistemas actuales. Navegar a ciegas es cosa del pasado. Con nuestros productos y servicios garantizamos una navegación segura y con las últimas tecnologías y sistemas que se encuentran en el mercado» explica el responsable de la firma.
Como expone el gerente y responsable de la empresa, y acredita su trabajo, «estamos hablando de la mejor electrónica naval digital de última generación».
José Pérez Alcaraz: «Empecé arreglando televisores con mi coche y mi maleta»
El gerente de J.P., José Pérez Alcaraz, trabajando en su despacho de Cartagena / L.O.
¿Cómo empezó, cuáles fueron sus orígenes?
Yo empecé siendo autónomo. No tenía otro remedio, empecé solito trabajando y hacía reparación de la gama marrón, equipos de música, etcétera. En el año 1986 tuve mi primer contacto con la Armada, en la reparación de una cámara de buceo y me hizo muchísima ilusión. En ese momento tenía sólo dos trabajadores. Y a partir de ahí me fascinó muchísimo el mundo de la Armada. Tenía poquitos proyectos hasta el año 96, que estuve bastante introducido en el mundo de la Armada. Estos fueron mis comienzos.
¿Cómo eran en aquel entonces sus clientes?
Eran familias, se rompían muchos televisores y allá íbamos mi coche, mi maleta y yo (risas). Me siento de corazón muy orgulloso de mi trayectoria, porque una empresa sin trabajadores no es nada y he tenido la suerte de tener muy buenos empleados. A mis 68 años sigo teniendo la misma ilusión de seguir trabajando, encontrar proyectos y seguir luchando. Por la mañana me sigo levantando con ilusión y ganas.
¿Qué consejos le daría a una persona que quisiese emprender en tecnología?
Yo sé que esto ahora no se lleva mucho: el trabajo, la dedicación, la responsabilidad . Es complicado. No existen horarios algunas veces. Existe el objetivo de dedicarse en cuerpo y alma. Para levantar una empresa hay que hacer esto. Sobre todo, trabajo.
¿Recuerda cuándo empezó a sentir amor por la tecnología?
Yo empecé a sentir curiosidad cuando tenía 14 años porque la tecnología era el aparato de radio de mi abuela que tenía en casa y quería saber cómo funcionaba. Oía la radio, lo que hablaban y aquello me despertó una pasión. Mi abuela me pagó el curso de electrónica cuando tenía 14 años. ¡Qué recuerdos! No había gente por aquel entonces que tuviera esas inquietudes; además, éramos una familia humilde.
¿Quiénes fueron sus referentes o personas que le marcaron en su camino?
Como referencia principal, mi padre y mi abuela, que facilitaron que yo pudiera estudiar dentro de sus posibilidades: que pudiera estudiar FP y maestría, por aquel momento. Eso por un lado. Y también me encontré a una persona en el mundo laboral que me ayudó a ganarme la vida.
¿Cómo ha sido compaginar la vida familiar con la vida laboral?
Un poco difícil la pregunta. A veces trabajaba 26 horas al día y es complicado cuando eres autónomo y tú tienes que sacar un trabajo que es reto. En ese momento, la conciliación la aparcas, aunque no tiene que ser, pero no te queda otra.
¿Qué le diría a su familia ahora?
Yo le diría que han sido muy pacientes. Añadiría que hemos llegado bien y que mis hijos Víctor, Guillermo y María del Mar están trabajando en la empresa, que se ha creado para estar trabajando los tres en la compañía. Ahí tienen ese legado mis tres hijos para hacerlo crecer todavía más.
¿Cómo han sido estos años de trabajo con la Armada?
Ha sido un orgullo tremendo estar trabajando para la Armada y el Ministerio de Defensa. Nos encanta trabajar con el Info y esperamos seguir haciéndolo.
Actualmente, ¿en qué están colaborando con el Info?
Lo último ha sido recibir una subvención por parte del Info para implementar la norma de calidad PECAL 2110 y, evidentemente, vamos a implantar esta norma en la empresa. Nuestra relación con el Instituto de Fomento es magnífica y, de hecho, estamos preparando otro proyecto para ellos pendiente de subvención. Así que esperamos tener más proyectos con Caetra.