En medio de la incertidumbre sobre si continuarán las negociaciones de paz entre Rusia y Ucrania, en las que Estados Unidos actúa de mediador, la relación entre Moscú y Washington parece cada vez más tensa, a tenor de las declaraciones del círculo más próximo de Vladímir Putin.
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dimitri Medvedev, censuró el pasado martes las declaraciones del presidente estadounidense avisando a Putin de que «jugaba con fuego» y que a Rusia le estaban sucedienco «cosas realmente malas». «Lo único realmente malo es la tercera guerra mundial. ¡Espero que Trump lo entienda!», dijo Medvedev en un mensaje en X.
Trump, que hace poco más de una semana habló por teléfono con Putin, ha expresado en varias ocasiones su malestar por la falta de avances en el proceso de diálogo impulsado desde la Casa Blanca y por el caso omiso del dirigente ruso a sus llamamientos a un alto el fuego. Y el pasado lunes, llamó «loco» al dirigente ruso tras el mayor ataque aéreo contra Ucrania.
Sin embargo, a pesar de haber endurecido el tono con su homólogo ruso, con quien dijo estar «muy decepcionado» y le puso un plazo de dos semanas para demostrar si tiene intención verdadera de alcanzar la paz, el republicano descartó el miércoles imponer sanciones contra Moscú como le reclama el líder de Ucrania, Volodímir Zelenski, para evitar «hacer fracasar» el proceso.
Negociaciones en Estambul
Esta semana, Rusia ha propuesto una nueva reunión con Ucrania el próximo lunes en Estambul. Kiev no ha rechazado el encuentro pero ha pedido conocer de antemano el contenido del «memorándum» ruso que debe recoger las condiciones de Moscú para un acuerdo de paz duradero, una exigencia rechazada por el Kremlin este jueves.