Con los ojos del mundo puestos en la brutalidad infligida sobre Gaza, la Cisjordania ocupada está cambiando a un ritmo vertiginoso. El Gobierno israelí ha aprobado 22 nuevos asentamientos ilegales en los territorios palestinos ocupados. Algunos están previstos para zonas remotas del interior de Cisjordania, donde aún no hay colonias ilegales, y otros serán levantados en antiguos asentamientos que fueron desmantelados durante la retirada del 2005. Mientras, los ataques de los colonos y las redadas del Ejército israelí se han convertido en el pan de cada día. Decenas de palestinos son detenidos cada semana mientras sus casas son demolidas.
Entre los nuevos asentamientos ilegales anunciados, se incluye la legalización de varios puestos de avanzada ya construidos sin autorización gubernamental. Los colonos radicales acostumbran a instalar una o dos caravanas en cualquier pedazo de tierra palestina en Cisjordania y, de allí, van expandiendo su territorio hasta que son reconocidos por el Gobierno. Desde que Israel se apoderó de Cisjordania y Jerusalén Este en la Guerra de los Seis Días de 1967, ha ido expandiendo su control sobre estos territorios a partir de la construcción de asentamientos, ilegales según el derecho internacional.
«Escudo defensivo de Israel»
La decisión se tomó hace dos semanas, pero no ha sido hasta este jueves que el Ministerio de Defensa la ha anunciado. “Este es un gran día para el movimiento de los asentamientos y un día importante para el Estado de Israel”, ha declarado el ministro de Finanzas, el colono ultraderechista Bezalel Smotrich. “Asentarnos en nuestra patria es el escudo defensivo del Estado de Israel”, ha añadido, aplaudiendo el voto del gabinete israelí como “una histórica decisión”. Los asentamientos “fortalecerán el control estratégico sobre todas las partes de Judea y Samaria [los nombres bíblicos para la Cisjordania ocupada]” e “impedirán el establecimiento de un Estado palestino”, celebra un comunicado del Ministerio de Defensa.
Nueve de los asentamientos son puestos de avanzada existentes que se legalizarán. Otros se establecerán en lugares de antiguos asentamientos evacuados durante la desconexión de 2005 y en un sitio bíblico que se cree que es un antiguo altar. También se construirán colonias ilegales en zonas remotas en el interior de Cisjordania, como el Monte Ebal, una colina aislada que actualmente no tiene asentamientos, situada entre aldeas palestinas cerca de la norteña Nablus. La medida ha sido promovida por Smotrich, quién también cuenta con una cartera en el ministerio de Defensa, encabezado por Israel Katz, con el respaldo de los asesores legales del ministerio.
Más de 100 asentamientos ilegales
Katz defiende que la medida “fortalece nuestro control [sobre el territorio] y es una respuesta decisiva al terrorismo palestino”. También el Likud del primer ministro Binyamín Netanyahu la ha descrito como “una decisión única en una generación”, enfatizando su valor estratégico para fortalecer el control de Israel a lo largo de la frontera oriental con Jordania. Por su parte, el portavoz presidencial palestino, Nabil Abu Rudeineh, la ha condenado, calificándola de “escalada peligrosa” y “desafío a la legitimidad internacional”. A su vez, Hamás lo ha considerado “un flagrante desafío a la voluntad internacional y una grave violación de las resoluciones de Naciones Unidas” y ha tachado las “políticas de anexión y expansión de asentamientos” como un “crimen de guerra”.
Precisamente el pasado julio la Corte Internacional de Justicia, el máximo órgano judicial de la ONU, dictaminó que la presencia continua de Israel en el territorio palestino ocupado es ilegal y debe terminar “lo más rápidamente posible”. “Los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Oriental, y el régimen asociado a ellos, se han establecido y se mantienen en violación del derecho internacional”, afirmó el tribunal. Israel ya ha construido más de 100 asentamientos en la Cisjordania ocupada, que albergan a unos 500.000 colonos. Estas colonias ilegales abarcan desde pequeños asentamientos hasta comunidades más grandes con infraestructura moderna. Según la ONU, las fuerzas israelíes demolieron más de 1.700 edificios y viviendas palestinos y se apoderaron de 24 km² de terreno el año pasado. Además, los palestinos necesitan permisos militares israelíes para construir cualquier estructura en el 61% de la Cisjordania ocupada, los cuales rara vez se aprueban.
Anexión de facto
La organización israelí Peace Now, que supervisa la expansión de los asentamientos, apuntó que el anuncio era la medida más importante de este tipo desde los Acuerdos de Oslo de 1993, que dieron inicio al ahora extinto proceso de paz y en virtud de los cuales Israel se comprometió a no establecer nuevos asentamientos. Esta decisión “transformará drásticamente Cisjordania y consolidará aún más la ocupación”, ha denunciado en un comunicado. “En un momento en que tanto la opinión pública israelí como el mundo entero exigen el fin inmediato de la guerra, el Gobierno deja claro, una vez más y sin reservas, que prefiere profundizar la ocupación y avanzar en la anexión de facto antes que buscar la paz”, han añadido.
A su vez, el Parlamento de Israel está debatiendo un proyecto de ley que impondría un impuesto del 80% a los fondos enviados por gobiernos extranjeros a organizaciones no gubernamentales israelíes consideradas “políticas”. “Esto significa que los grupos que defienden los derechos palestinos, documentan los abusos relacionados con la ocupación o promueven la paz y la igualdad serán sometidos a impuestos que los llevarán al colapso”, ha subrayado la organización israelí-palestina Combatientes por la Paz en un comunicado. Por el contrario, las oenegés que reciben financiación del Gobierno israelí estarán totalmente exentas si reciben financiación estatal extranjera. “Está diseñado para diezmar a la sociedad civil independiente y eliminar cualquier control restante sobre el poder gubernamental”, ha añadido la organización.