«No tengo previsto dejarlo». La respuesta de Isabel Díaz Ayuso a la pregunta de si volverá a intentar ser presidenta de la Comunidad de Madrid en las elecciones de 2027 ha sido tan lacónica como tajante. Ha sido al final de la rueda de prensa en la que ha comparecido para hacer balance del ecuador de su primera legislatura de mayoría absoluta cuando ha surgido la pregunta, un balance en el que no han faltado los habituales cañonazos contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En la misma línea que ayer Alberto Núñez Feijóo, la presidenta madrileña se ha referido al Ejecutivo de la nación como «mafia» y lo ha acusado de montar «operaciones de Estado». Contra la Guardia Civil, ha dicho, en referencia a las informaciones conocidas ayer sobre las actuaciones de la socialista Leire Díez para recabar datos que pudieran comprometer al jefe del Departamento de Delincuencia Económica de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Antonio Balas. Pero también contra su pareja, Alberto González Amador, al que se ha vuelto a referir como «un particular que se está defendiendo solo», y contra ella misma.
«Es un tema que se archivó hace tres años que ahora reabre la fiscalía provincial, que jerárquicamente depende del señor que ha emprendido una operación de Estado contra mí, como todo el mundo sabe», ha señalado al ser preguntada por la imputación de dos ex altos cargos y un asesor de la Comunidad de Madrid en relación con la gestión en las residencias durante la pandemia.
Sobre el asunto concreto de las residencias ha insistido en que se han archivado «62 denuncias» y ha sugerido que el Senado podría abrir una comisión de investigación sobre lo sucedido en otras comunidades autónomas. «Pensar que los muertos de una región pesan más que los de otras, que unos importan más que otros, sería un poco feo, ¿no?», ha asegurado. «Pienso que si todos quieren conocer qué pasó no puede uno analizar una pandemia por regiones. Sería contra la verdad, y no hay nada más peligroso y pernicioso que las medias verdades».
La comparecencia era para hacer balance de los dos años que hoy se cumplen de la victoria electoral que le dio la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas de 2023. Sin embargo, buena parte de su alocución, leída en un teleprompter en la sala de prensa de la Real Casa de Correos, ha servido para desacreditar al Gobierno de la nación con argumentos ya escuchados otras veces. «Han sido dos años intensos y fructíferos», ha comenzado diciendo, mientras España vive «el peor momento de las últimas décadas». «El contraste es abismal», ha enfatizado.
«Somos la España del apagón, del caos migratorio irregular, de los españoles abandonados en mitad de la noche, de personas sin rumbo en la puerta de entrada a la capital del país, es decir, al aeropuerto de Madrid en Barajas», se ha recreado la presidenta madrileña antes de señalar que el país vive «el momento de mayor deterioro institucional de su Historia».
Lo hace, además, «por decisión del presidente del Gobierno, por su propio interés», ha asegurado para trazar un panorama en el que la democracia está amenazada: «Activistas de carnet al frente de instituciones clave; corrupción desaforada; división como nunca se había visto antes de manera que, dependiendo de quién instruya, informe o haga su trabajo conforme a derecho, será de este modo señalado como parte de una operación para derrocar a este Gobierno y, por tanto, será fulminado».
«En esta España de Sánchez, el fin justifica los medios, aunque estallen el Estado de Derecho y la separación de poderes para ello. La coalición de Gobierno actúa de manera corrupta en un mercado de intereses donde nadie piensa en los problemas reales de España y sus retos a futuro», ha proseguido. Se trata, además, de la única nación del mundo «cuyo gobierno atenta contra los intereses de su capital».
Frente a ello ha contrapuesto el modelo de la Comunidad de Madrid, «que es luz, respuesta y gestión». Y ha exhibido como prueba de ello la afirmación de que el 95,6% de las medidas de su programa ya están «ejecutadas o en marcha». De las 459 propuestas comprometidas, se asegura desde Sol, 183 ya se han completado y otras 256 se hallan en fase de ejecución.
La presidenta madrileña ha exhibido como logro de esta primera mitad de la legislatura los trabajos de extensión de la red de metro. En concreto la ya inaugurada prolongación de la Línea, primera ampliación en casi una década, y el inicio de las obras anunciado la semana pasada para llevar la Línea 5 desde Alameda de Osuna hasta el aeropuerto de Barajas. Asimismo, ha defendido los esfuerzos en materia de vivienda, con la entrega de 3.823 pisos de los más de 11.000 previstos en su Plan Vive.