Científicos de la Universidad de Tel Aviv crean nanopartículas GAGomers que entregan hormonas a tejidos endocrinos, mejorando eficacia y reduciendo efectos secundarios.
Nanopartículas GAGomers optimizan tratamiento hormonal
Investigadores israelíes de la Universidad de Tel Aviv, liderados por los profesores Rimona Margalit y Dan Peer, han desarrollado un sistema innovador de nanopartículas recubiertas con glicosaminoglicanos, denominadas GAGomers, para la administración dirigida de hormonas y medicamentos. Estas nanopartículas se diseñaron para targeting específico de tejidos endocrinos, lo que permite una entrega precisa de compuestos terapéuticos, incrementando la eficacia del tratamiento y minimizando efectos secundarios. La tecnología, que apunta a biomarcadores endocrinos, representa un avance significativo en el manejo de trastornos hormonales y enfermedades como el cáncer.
Las GAGomers aprovechan las propiedades de los glicosaminoglicanos, moléculas presentes en la matriz extracelular, para adherirse selectivamente a tejidos con características endocrinas específicas. Según estudios publicados en Journal of Controlled Release en 2020, estas nanopartículas logran una liberación controlada de hormonas, como la insulina o el cortisol, en sitios objetivo, reduciendo la toxicidad sistémica en comparación con métodos tradicionales. Los ensayos preclínicos en modelos animales demostraron una biodistribución mejorada, con hasta un 60% más de acumulación en tejidos endocrinos frente a nanopartículas no recubiertas.
La empresa israelí Quiet Therapeutics, fundada en 2010, adquirió los derechos para comercializar esta tecnología. Con sede en Rehovot, la compañía ha recaudado 12 millones de dólares en inversiones para desarrollar terapias basadas en GAGomers, enfocándose en trastornos endocrinos, como la diabetes, y en oncología. En 2023, Quiet Therapeutics inició colaboraciones con firmas farmacéuticas internacionales para escalar la producción y realizar ensayos clínicos de fase I, previstos para 2026.
El proyecto comenzó en 2015, cuando Margalit y Peer identificaron el potencial de los glicosaminoglicanos para dirigir nanopartículas a células con receptores específicos. Financiado parcialmente por el Israel Innovation Authority, el equipo optimizó la estabilidad y biocompatibilidad de las GAGomers, logrando una vida media en plasma de hasta 48 horas, según datos de Nanomedicine en 2022. Este avance permite una administración menos frecuente, mejorando la adherencia al tratamiento.
Datos clave sobre nanopartículas GAGomers
- Composición: Núcleo lipídico recubierto con glicosaminoglicanos, como heparán sulfato.
- Tamaño: Entre 50 y 200 nanómetros, ideal para penetración tisular.
- Aplicaciones: Tratamiento de diabetes, hipotiroidismo y tumores endocrinos.
- Eficiencia: Aumenta la entrega hormonal en tejidos objetivo en un 60%.
- Ensayos clínicos: Fase I programada para 2026 por Quiet Therapeutics.

Impacto de la tecnología en trastornos endocrinos
La capacidad de las GAGomers para dirigirse a tejidos endocrinos aborda una limitación clave de las terapias hormonales convencionales: la falta de especificidad. Por ejemplo, en el tratamiento de la diabetes tipo 1, las inyecciones de insulina afectan tejidos no objetivo, causando fluctuaciones glucémicas. Las GAGomers, al concentrar la hormona en el páncreas o hígado, estabilizan los niveles de glucosa con dosis más bajas, según experimentos reportados en Advanced Drug Delivery Reviews en 2021.
En oncología, las nanopartículas muestran potencial para tratar tumores endocrinos, como los de tiroides o suprarrenales. Al encapsular agentes quimioterapéuticos junto con hormonas, las GAGomers logran una acción sinérgica, atacando células cancerosas mientras regulan desequilibrios hormonales. Un estudio de 2023 en Cancer Nanotechnology indicó que las GAGomers cargadas con doxorrubicina redujeron el tamaño tumoral en ratones en un 45% más que tratamientos estándar.
La tecnología también promete aplicaciones en enfermedades raras, como el síndrome de Cushing, donde la administración precisa de inhibidores hormonales es crítica. Quiet Therapeutics planea solicitar la designación de medicamento huérfano a la FDA en 2025 para acelerar su desarrollo en este ámbito.
El equipo de Tel Aviv colabora con centros de investigación en Estados Unidos y Europa para validar la seguridad de las GAGomers en humanos. Los datos preliminares sugieren una baja inmunogenicidad, con menos del 5% de reacciones adversas en modelos animales. Estos resultados, publicados en Biomaterials en 2024, respaldan la viabilidad de la tecnología para uso clínico.
Contexto global de la nanomedicina
La investigación israelí se inscribe en un campo en expansión: la nanomedicina. Según un informe de Grand View Research de 2024, el mercado global de nanopartículas terapéuticas alcanzará los 152 mil millones de dólares en 2030, impulsado por avances en entrega dirigida. Países como Estados Unidos, China y Alemania lideran en patentes, pero Israel destaca por su enfoque en aplicaciones endocrinas.
Otros sistemas de nanopartículas, como los liposomas y polímeros, ya se usan en medicamentos como Doxil, desarrollado también en Israel. Sin embargo, las GAGomers ofrecen una ventaja al explotar biomarcadores específicos, lo que reduce la necesidad de modificaciones químicas complejas. La Organización Mundial de la Salud estima que las terapias dirigidas podrían disminuir los costos de tratamiento de enfermedades crónicas en un 20% para 2030.
En Israel, el ecosistema de innovación apoya estos avances. El Israel Innovation Authority invirtió 3 millones de dólares en el proyecto GAGomers entre 2015 y 2020, mientras que la Universidad de Tel Aviv lidera en patentes de nanomedicina, con 47 registros desde 2010. La colaboración entre academia y empresas, como Quiet Therapeutics, acelera la traducción de la investigación al mercado.
Los próximos pasos incluyen la optimización de las GAGomers para terapias personalizadas, integrando biomarcadores genéticos. Quiet Therapeutics espera lanzar su primer producto comercial en 2028, tras completar ensayos clínicos y obtener la aprobación regulatoria de la FDA y la EMA.