Escabechina de Alcaraz en Roland Garros con estilo propio

«Espero una guerra de dejadas», anticipó Carlos Alcaraz, 22 años y nº 2 mundial, sobre su partido de segunda ronda contra el húngaro Fabian Marozsan, 25 años y nº 56. Las hubo, porque forman parte del ADN del español y porque también supone un recurso de confianza para el magiar. Aunque tanta batalla no hubo, ya que el campeón puso las reglas cuando y como quiso. 

Sí. A su manera. Una escabechina de corte particular, muy personal. Destrozando a su rival en cuanto apretaba, también concediéndole una tregua en el segundo set. La ley de Alcaraz, demoledora por instantes, misericorde por unos minutos aun de manera involuntaria.

Se dejó un set, pero en el contexto general no deja de ser una anécdota, un recuerdo a Carlos Alcaraz que aún sigue desconectando en ocasiones, aunque con menor frecuencia e impacto global en el partido.

Alcaraz ganó 6-1, 4-6, 6-1 y 6-2 en 2h.09′ de juego en su primera aparición de esta edición en la Pista Philippe Chatrier, la central donde pudo ver de cerca la placa que atestigua la hazaña de catorce títulos de su admirado Rafa Nadal. 

También va formando su huella particular el murciano en este recinto. El viernes, con el peligro de tener que lidiar también con el forofo publico local, si acaba encontrándose con el francés Giovanni Mpetshi-Perricard, que tiene como rival en segunda al bosnio Damir Dzumhur.

Ante un rival con clase como Marozsan, con quien había perdido en la tierra de Roma 2023 y a quien había ganado en la pista dura de Indian Wells 2024, Alcaraz manejó el asunto con mucha soltura. Dieron espectáculo con sus habilidades, hubo entretenimiento porque Alcaraz sólo echó mano de la apisonadora cuando quiso, no la explotó a su máximo rendimiento.

Como de costumbre, todo depende de Alcaraz. Se sacó de encima una ronda con su peligro, pudo firmar muchos puntos de ‘highlights’. Un día de trabajo y diversión para el murciano, con un estado de forma soberbio. En sus manos está el torneo.

El campeón de Montecarlo y Roma, finalista en el Godó, ganó su noveno partido seguido en Roland Garros, donde es de los primeros que llega a la veintena de triunfos en 23 partidos. Su balance es 20-3, con Nadal al frente de este apartado con un 20-0, que incluso en su día sepultó el 20-1 de Bjorn Borg.

Lee también

Alcaraz, en su punto de las últimas semanas. Son 16 triunfos de 17 encuentros en tierra, un balance de 31-5 en el global de la temporada. Tres títulos en cuatro finales. No puede atacar matemáticamente aún el nº 1 mundial de Jannik Sinner, pero sus números son para llegar a ese puesto a lo largo de 2025. Dependerá mucho de cómo defienda corona en Roland Garros y Wimbledon. 



Fuente