Frente a la actual volatilidad del mundo, las empresas familiares gallegas defienden la «estabilidad, el arraigo, el amor a su tierra y la fidelidad a unos valores», que pasan de generación en generación para que no pierdan su esencia y el espíritu con el que nacieron. Para lograr estos objetivos, la Asociación Gallega de la Empresa Familiar (AGEF), que cumple un cuarto de siglo, identificó una serie de herramientas entre las que sitúa a la cabeza la fiscalidad que se les aplica, reclamando seguir avanzando «para que no se ven penalizadas por el hecho de mantener su sede y su propiedad en Galicia».
«En los últimos 25 años se han dado pasos en esta línea», señaló su presidente, José Bernardo Silveira, quien apostó por continuar trabajando en ello, en paralelo a la simplificación de los procesos administrativos, para que la burocracia deje de ralentizar «e incluso paralizar» la ejecución de determinados proyectos. Por último apuna a mejorar las infraestructuras de conexión con la península. Sus palabras tuvieron como marco la clausura de la XXV asamblea general de socios de AGEF, celebrada en Santiago, que reunió a los representantes de sus 62 empresas familiares socias. Galicia, recordó Silveira, es la comunidad autónoma en la que más peso tienen las empresas familiares, que representan el 94% sobre el total. El 82% del empleo privado gallego también corresponde a estas compañías. «Nueve de cada diez empresas españolas son familiares», enfatizó.
Entre los retos de futuro citó la innovación y al uso de tecnologías avanzadas y de la inteligencia artificial como herramientas para mejorar los procesos productivos y la eficiencia.
El presidente de AGEF, José Bernardo Silveira, caminando, este miércoles en el hostal dos Reis Católicos de Santiago / Xoán Álvarez
Más intervenciones
El acto de clausura contó también con las intervenciones del presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet; del presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Ignacio Rivera; y de la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana. Junto a ellos estuvo presente el titular de Emprego, José González Vázquez.
Escotet instó a que en el contexto actual Galicia aproveche sus fortalezas, impulse los sectores estratégicos vinculados al territorio y se posicione ante la reconfiguración en curso de las cadenas de valor, un reto ante el que destacó que Abanca se configura como su gran aliado, al ser el principal financiador de sus empresas y familias.
«Galicia es una tierra con fuerte arraigo a sus tradiciones, con recursos naturales extraordinarios y una forma muy propia de entender la empresa», subrayó Rivera, que hizo hincapié en que las empresas familiares son motores de desarrollo. «A pesar del contexto de incertidumbre política y social en el que nos movemos, tenemos que recordar que las empresas familiares trabajamos con un propósito claro: contribuir al desarrollo económico, generar empleo, fortalecer el vínculo con el territorio con impacto positivo y construir futuro. Si trabajamos con ese enfoque, estaremos ayudando a construir una sociedad mejor», afirmó.
Lorenzana coincidió en la necesidad de reducir la burocracia a las empresas, una apuesta también de la Xunta para satisfacer las demandas del tejido empresarial.