El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas, ha señalado el problema de acceso a la vivienda como «un enorme agujero negro que está absorbiendo buena parte de la mejoría en la economía, en el empleo y en las políticas sociales de España». Durante la presentación de la ‘Memoria sobre la situación socioeconómica y laboral de 2024’ del organismo, Costas ha añadido que «tapar ese agujero negro es fundamental para que la mejora de la economía llegue al conjunto de la sociedad», «para que los buenos datos de la macroeconomía lleguen a la microeconomía«, y ha resuelto que «no habrá solución al problema de la vivienda sin una ley del suelo que facilite de una forma rápida ese activo, que es el suelo».
Así, el presidente del CES ha animado a los grupos políticos a lograr un consenso que permita sacar adelante una ley de este tipo, después de la suspensión en 2024 de la tramitación del proyecto de ley presentado por el Gobierno ante la falta de apoyos parlamentarios. Según se refleja en la Memoria del organismo -en el que están representados empresarios, sindicatos y organizaciones civiles, profesionales y de consumidores- una nueva ley del suelo es «una pieza esencial de la política de vivienda y urbanismo que, dada la gravedad de la crisis de vivienda y sus importantes consecuencias para la cohesión social, merecería ser objeto de un Pacto de Estado».
150.000 nuevas viviendas al año
El presidente de la comisión de trabajo para la elaboración de la Memoria, José Ignacio Conde-Ruiz, ha cifrado en 150.000 la necesidad de viviendas nuevas cada año para empezar a dar respuesta al problema habitacional. Esta «velocidad de crucero» solo se puede alcanzar con colaboración público-privada, ha añadido.
Viviendas en construcción, en Barcelona. / David Zorrakino – Europa Press – Archivo
Además, el informe subraya que la vivienda social apenas cubre el 3,3% de los hogares en viviendas principales, por lo que España necesitaría aumentar este parque en unas 850.000 unidades para aproximarse a la media europea.
En su Memoria anual, el CES evita hacer un balance de los dos primeros años de andadura de la Ley de Vivienda (que, entre otras cuestiones, regula la posibilidad de aplicar topes al precio de alquiler de viviendas en zonas tensionadas) por considerar que aún no existen datos precisos y completos que permitan hacer una evaluación.
Paro de larga duración
En su análisis sobre el mercado laboral, el CES subraya la fortaleza en la creación de empleo durante el 2024 y la mejora en la estabilidad de los contratos. No obstante, la Memoria expresa su preocupación por el paro de larga duración, que alcanza al 54% de los desempleados con edades comprendidas entre los 55 y 59 años y al 60% entre los que tiene 60 y 64 años. Son tasas que duplican la media de la Unión Europea. Es lo mismo que sucede con las tasas de ‘ninis’ (jóvenes que ni estudian ni trabajan), que se sitúan en el entorno del 10% entre menores de 25 años y en el 12% en menores de 30 años. «El desempleo de larga duración ha adquirido una dimensión especialmente importante y, por tanto, debe erigirse en foco prioritario para las políticas activas de empleo», subraya el informe.
La Memoria de los diferentes agentes sociales representados en el CES pasa de puntillas sobre el proyecto de ley de reducción de jornada laboral. Apenas se menciona para constatar que, a pesar del intenso proceso de negociación, no fue objeto de un acuerdo tripartito (entre Gobierno, empresarios y sindicatos), y para referir que el texto fue sometido a consulta preceptiva del CES.
Este miércoles, Costas ha recordado que en su dictamen -emitido el 26 de febrero- los diferentes grupos del CES lograron ponerse de acuerdo en la conveniencia de reducir la jornada laboral y de hacerlo a través de un procedimiento gradual, flexible (teniendo en cuenta los diferentes sectores) y con compensaciones para quienes tenga que asumir un mayor coste.