El actual primer secretario del Partido Socialista francés, Olivier Faure, y su principal rival y alcalde de Rouen, Nicolas Mayer-Rossignol, se disputarán el liderazgo del partido en una segunda vuelta, tras una primera votación de los militantes llevada a cabo el martes. Unos 40.000 miembros contabilizados y alrededor de 23.000 votantes finales fueron invitados a votar por fases el martes entre las 5 de la tarde y las 22h, donde debían elegir el próximo texto de orientación del partido, teniendo como tema principal la estrategia para las elecciones presidenciales de 2027. Finalmente, los socialistas escogieron en una reñida votación, al diputado Olivier Faure y a Nicolás Mayer-Rossignol para pasar a una segunda vuelta. El tercer aspirante, el presidente del grupo parlamentario socialista en la Asamblea Nacional, Boris Vallaud, logró cerca de un 18%.
«Gracias a todos los socialistas que votaron ayer y que desean: un partido más unido, más colectivo. Un partido que se afirma a través de su trabajo sobre las ideas», escribió Mayer-Rossignol en su cuenta de X.
Ambos finalistas, con una diferencia de 500 votos, deberán verse las caras el próximo 5 de junio en una segunda votación antes del Congreso de partido previsto del 13 al 15 de junio en Nancy.
Dos hombres, dos visiones
Rozándose en las urnas, las principales diferencias entre ambos candidatos se centran en la estrategia de futuro que debe tomar el partido. Para Olivier Faure, el futuro del socialismo debe pasar por buscar una alianza con los demás grupos de izquierda y ecologistas, excluyendo a La Francia Insumisa.
Precisamente, en los últimos meses, cuando el macronismo buscaba formar una coalición de centro para su Gobierno, el Nuevo Frente Popular mostró importantes grietas internas, en las que muchos señalaron al fundador de la Francia Insumisa, Jean-Luc Melenchon, como origen del problema.
Mayer-Rossignol, en cambio, se aleja de esta visión y apuesta por un Partido Socialista fuerte que aglutine a las principales fuerzas progresistas.
Estado de salud del partido
El socialismo francés ha conseguido mejorar sus datos en los últimos meses, gracias a la coalición de izquierdas, el Nuevo Frente Popular, formada en las pasadas elecciones legislativas de julio de 2024, en la que también participan La Francia Insumisa, Los Ecologistas, el Partido Comunista Francés y otros grupos progresistas.
Una unión que impulsó la presencia del Partido Socialista en la Asamblea Nacional. El NFP obtuvo 182 escaños en la Asamblea Nacional, convirtiéndose en la primera fuerza política, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta de 289 escaños. En esta coalición, el socialismo desempeñó un papel crucial, aumentando significativamente su presencia parlamentaria con 62 escaños en total. Un crecimiento importante, especialmente, tras la fuerte derrota en las elecciones de 2017, en las que pasó de ser el partido mayoritario a obtener solo 30 escaños en el parlamento francés.
Una caída que también se sintió en las presidenciales de 2022, bajo la candidatura de Anne Hidalgo, quien obtuvo solo un 1,75% de los votos. Una cifra muy inferior a la que logró François Hollande en 2012 con un 28,63%.