Carlos Alcaraz sigue firme hacia la conquista de Roland Garros. Se dejó un set por el camino ante Marozsan (6-1, 4-6, 6-1, 6-2), pero reaccionó a tiempo y selló el pase a los dieciseisavos de final con relativa comodidad. [Narración y estadísticas del partido].
El murciano dio un nuevo paso hacia el título. Porque sí, así es como tiene que afrontar este Grand Slam. Partido a partido y acercándose a una final donde le podría esperar su archienemigo Sinner.
Poco a poco se va despejando el cuadro para un Alcaraz al que los platos fuertes no le deberían llegar hasta los octavos de final. Su próximo rival saldrá del Perricard – Dzumhur. Ruud ya está fuera de combate.
Alcaraz mostró esta vez las dos caras de su juego propias de su juventud. Arrolló sin piedad en la primera manga, se desesperó con sus errores en la segunda y reaccionó a tiempo para solventar la papeleta.
Marozsan, que tuvo ese atisbo de resurrección en el segundo set haciendo gala de sus grandes dejadas y sus golpes de fondo de pista, acabó claudicando ante lo inevitable.
El húngaro regresó a las andadas a la hora de la verdad. Quizá no por demérito suyo sino por un Alcaraz que arrasó como un vendaval sobre la Philippe Chatrier para no dar opción a la épica de su rival.
Su desconexión fue una pequeña laguna dentro de un partido que sacó adelante con relativa comodidad. Emergió de nuevo en el tercer set mostrando mucha más intensidad y precisión en su juego e hizo lo propio en el cuarto y definitivo.
En él, se dejó un juego que pudo poner algo de picante al duelo, pero reaccionó de forma inmediata y se disparó hacia la tercera ronda. Lo celebró con rabia y acabó cerrando el choque en apenas dos horas y nueve minutos.
«Es fácil divertirse cuando juegas en una pista como esta y siempre he dicho que me gusta hacer que el público disfrute», aseguró Alcaraz, que achacó a una subida del nivel del húngaro que se dejara un set. «He tenido que empezar de cero en el tercer set, pero por suerte he elevado el nivel y he podido acabar bien», resumió.
Números históricos
Con este triunfo, Alcaraz se sitúa a la altura de los mejores jugadores de la historia sobre tierra batida. El murciano se ha llevado el gato al agua en el 83,8% de las veces con un balance de 98 victorias y 19 derrotas.
Unos números que le hacen estar únicamente por detrás de Bjorn Borg (86,1%) y un Rafael Nadal que alcanza el 90,5% de efectividad en tierra. Unos registros contando a los jugadores que han disputado al menos 25 partidos ATP sobre la arcilla.
Además, el de El Palmar se convirtió el primer tenista nacido en el siglo XXI en alcanzar las 20 victorias en Roland Garros. Y tan solo ha necesitado 23 encuentros para lograrlo.
Ahora, Alcaraz buscará seguir mejorando esta racha. Está a cinco partidos de un nuevo Grand Slam en su carrera. Es uno de los favoritos para revalidar el título de Roland Garros, pero no deberá despistarse si no quiere llevarse un susto.