España es un país en el que más del 85% del empleo y cerca del 90% de la inversión dependen del tejido empresarial. Sin embargo, solo un 15% de los ciudadanos considera que emprender es fácil. Así lo revela el Barómetro del Empresario 2025, impulsado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) en colaboración con la consultora GAD3 y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).
De las 3,600 entrevistas realizadas se desprende que la percepción sobre los empresarios es favorable: el 77% de los encuestados tiene una opinión positiva o muy positiva y esa impresión ha crecido, sobre todo, en las zonas afectadas por la DANA, donde el 65 % considera que jugaron un papel relevante o muy relevante apoyando a la población.
1 de cada 4 españoles montaría su propio negocio, pese a las trabas administrativas y a los impuestos
Pero el ecosistema para emprender sigue marcado por la burocracia, los costes fiscales, la incertidumbre normativa o el miedo al fracaso. De estos factores, el principal obstáculo -según el informe- es la excesiva carga administrativa, seguido de una fiscalidad considerada elevada por la mayoría de emprendedores. Y miedo al fracaso se palpa especialmente entre los menores de 30 años. “Si queremos que haya más empresarios y más inversión necesitamos impulsar la simplificación administrativa, reducir impuestos y concienciar desde edades tempranas de que el fracaso es parte del aprendizaje”, asegura Vicente Boluda, presidente de AVE.
Y es que el barómetro recoge que España es uno de los países donde los emprendedores se encuentran con más trabas. “De las 51 economías analizadas, es la economía donde más dificultad encuentra el empresario, por debajo incluso de Ucrania o de Israel”, apunta Narciso Michavila, presidente de GAD3.
Aún así, uno de cada cuatro españoles se plantea emprender. Y entre los jóvenes ese porcentaje se eleva hasta la mitad. Además, hay otro 57% que afirma que, si pudiera retroceder en el tiempo, le habría gustado tener su propio negocio.
El papel económico del empresario
Los datos agregados del informe analizados por el Ivie muestran la dimensión del papel que juegan las empresas en la economía española. Las casi 3’3 millones de empresas representan el 87% del PIB nacional. El 95,1% no tienen asalariados o son micro empresas, el 99,8% son Pymes y solo el 0,8% son medianas y grandes. Entre todas, son responsables del 89% de la inversión en general y del 94% de la inversión en I+D y activos intangibles. Dicho de otro modo: 9 de cada 10 euros que se invierten en España provienen del sector privado.
En términos fiscales, España se sitúa como el quinto país de la UE en el que las empresas más contribuyen a la financiación pública, 7,7 puntos por encima de la media europea.
