títulos, alegría, emoción, goles y dinero

Más allá de los títulos -tres de cuatro, solo se quedó sin la Champions- y de ese fútbol divertido y atrevido -es ya referencia mundial de nuevo- no existe mayor tesoro -es intangible, pero se toca a cada momento- que la estabilidad. Y en un club volcánico, autodestructivo, que devoró a dos leyendas (Koeman y Xavi) en un par de años, como el Barça es una bendición. Flick, el hombre “de los ojos cristalinos y azules como el maestro Johan”, según lo definió el presidente Joan Laporta, ha irradiado serenidad desde el primer día. 

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