Aena mantiene los controles nocturnos de acceso al aeropuerto desde las 21.00 hasta las 5.00 horas para dar respuesta a la crisis de los más de 400 indigentes que pernoctan en las instalaciones del Adolfo Suárez desde hace años.
Desde el pasado miércoles, cuando comenzaron las inspecciones de los documentos de viaje, el temor de no poder acceder al interior de las terminales ha crecido entre los cientos de indigentes que tienen en Barajas sus escasas pertenencias. Además, algunos manifiestan su «miedo» a que las medidas se endurezcan aún más y ya no les dejen entrar.
Por eso, según informan diversos trabajadores del Adolfo Suárez, así como algunos indigentes, todos aquellos que no han podido acceder a la T-4 por los controles han ‘tomado’ los parkings, que utilizan para pasar la noche, salvo algunos que duermen en los bancos fuera de las instalaciones.Tal y como informan los empleados de Barajas, entre 50 o 70 sintecho han comenzado a usar las citadas instalaciones y, de momento, no ha habido que lamentar peleas o problemas de ningún tipo. Según el sindicato Alternativa Sindical Aena/Enaire (Asae) unas 280 personas siguen durmiendo dentro.
Los empleados de Barajas recuerdan que, «durante la pandemia» pasó algo parecido a lo que está sucediendo ahora en el aparcamiento: «Como el aeropuerto estaba cerrado, los indigentes montaron un campamento en el módulo A».
Pero los controles no han impedido que muchos indigentes hayan entrado a las instalaciones del Adolfo Suárez a pernoctar. Tan solo han tenido que llegar antes de las 21.00 horas, aunque los trabajadores de Barajas apuntan a que, con la llegada del buen tiempo, muchos incluso prefieren dormir fuera de las instalaciones del aeropuerto. Además, los vigilantes de Aena no les despiertan al amanecer, como sucede cuando están dentro de una terminal.
Los controles nocturnos llegaron a las puertas de las terminales un día antes de que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se reuniera con Maurici Lucena, el presidente y consejero delegado de Aena para tratar de desencallar la situación de los más de 400 indigentes.
Esta situación ha supuesto un fuerte choque entre las administraciones. En la citada reunión, acordaron que fuera una empresa externa la que realizara un censo de todas las personas sin hogar que viven en Barajas.
Posiblemente sea Fresno Consulting, con experiencia previa con el tercer sector, la entidad encargada de realizar esa lista. Sin embargo, desde Aena no confirman que esa vaya a ser la sociedad encargada de identificar a cada uno de los sintecho.
Desde el sindicato Alternativa Sindical Aena/Enaire (ASAE) apuntan a que los pasos que han dado el Ayuntamiento y Aena «van en la buena dirección», pero también plantean qué ocurrirá «con las personas sin hogar que teniendo alternativas ofrecidas por el Ayuntamiento no quieran voluntariamente abandonar Barajas».
«Solicitamos el desalojo del aeropuerto y las zonas exteriores de conformidad con las nuevas normas de los aeropuertos que ha emitido AENA el 14-5-2025. Sabemos que son cosas ‘políticamente incorrectas’ y de ‘imagen’ pero Barajas tiene graves problemas que hay que solucionar y no ponerse de lado como hasta ahora», apuntan fuentes sindicales.
Por otro lado, Christian Velez, parisino de 70 años que lleva siete años pernoctando en Barajas, desconfiaba de la medida acordada entre Cibeles y Aena: «Sin un seguimiento de cada uno de los casos en profundidad, la idea que han puesto sobre la mesa no tiene ningún sentido».
Además, este antiguo vigilante de seguridad también añadió que las limitaciones despertaron «un poco de pánico» entre las personas sin hogar de Barajas por si les echaban «en cuestión de uno o dos meses».
Respecto a los avances en la negociación del Ayuntamiento y Aena, insistió en que el censo parece un mecanismo «muy bonito» pero preferiría una «verdadera acción» como encontrarles un hogar a estos centenares de personas. «Aquí hay mucha gente que trabaja y no tiene para alquilar una habitación», apostillaron estas fuentes.