Vivió la presidencia de Joan Laporta un momento clave en su mandato… Pero sin una imagen de la que presumir ante todo el mundo. Al menos por ahora.
Lamine Yamal, futbolista de 17 años llamado a marcar una era en el Fútbol Club Barcelona, renovó este martes su contrato hasta 2031 en las oficinas del Camp Nou. Pero, una vez en un despacho presidencial a rebosar entre familiares, amigos, asesores y capataces de la entidad, Lamine no quiso que el momento fuera fotografiado. Faltaba su abuela paterna, Fátima, por quien el futbolista profesa un amor y un respeto tal que sentía que podía estar fallándole si ella no estaba presente.
Con la abuela de viaje, incluso Lamine murmuró que quizá no era el momento de estampar la firma en los contratos, algo que el Barcelona logró arrancarle después del acuerdo alcanzado durante el martes con Jorge Mendes, representante del delantero.
La abuela (Fátima) y el padre (Mounir) de Lamine Yamal. / EP
Para entender a Lamine Yamal no hay más que buscar cobijo en sus vivencias, las suyas y las de su familia. Fátima llegó a España en 1990 desde Marruecos. Sola. Fue ella quien se las apañó, con trabajos temporales, para traer a España a sus cinco hijos. Entre ellos, claro, Mounir Nasraoui, alias Hustle Hard, presente en el despacho de Laporta junto a su exmujer y madre de Lamine, Sheila Ebana.
Esencial en su vida
Durante la separación de sus padres, la figura de Fátima resultó esencial para Lamine, por mucho que desde el Barcelona se las apañaran para que el chico pudiera crecer viviendo en La Masia. Pero Fátima continuó siendo la gran figura de referencia de Lamine, acudiendo siempre a ella en los momentos capitales de su vida. Y claro, para comer juntos siempre que podían. Cuando el futbolista comenzó a hacerse un nombre en el Barça, Lamine se apresuró en adquirir una casa nueva para la abuela Fátima, aunque ella insistiera en que no se movería del barrio de Rocafonda. Mounir, en cambio, se trasladó a vivir por encima de la Diagonal de Barcelona donde ya es muy conocido por el vecindario; y Sheila, su madre, vive en la zona del Maresme con su pareja.

Lamine, de niño, acompañado de su abuela Fátima y de su padre, Mounir. / EP
«Para él era muy importante que estuviera toda la familia. Por tanto, se firmó un contrato y después de vacaciones se hará algo más protocolario con la nueva camiseta», abundaron desde el Barcelona. Lamine se tiene que incorporar a la selección española el próximo sábado 31 de mayo, por lo que ese reportaje fotográfico tendrá que esperar, al menos, hasta que concluya su participación en la Final Four de la Nations League (del 4 al 8 de junio).
En cualquier caso, el patriarca Mounir, que salió de las oficinas del Barça aplaudiendo y levantando el puño al grito de «Visca el Barça», sí procuró fotografiarse con su hijo. Lo hizo sentado en la grada del Palau. Él no podía quedarse sin ese momento.