A pesar de que el médico John Scharffenberg tiene 102 años, su vida profesional sigue siendo muy activa. Este experto sigue siendo profesor de nutrición en la Universidad de Loma Linda, en California.
De hecho, Loma Linda es una de las cinco zonas azules. Estas zonas son regiones del mundo que tienen una proporción de centenarios mayor que el resto, un oasis de longevidad en medio de Estados Unidos.
Estos increíbles datos de longevidad se deben a que Loma Linda está poblada por una comunidad de cristianos adventistas para los que el estilo de vida saludable es un precepto más de su religión.
Deben realizar actividad física, participar en su comunidad y, por supuesto, tener una dieta saludable. Estos adventistas basan su dieta en vegetales y, aunque no es obligatorio ser completamente vegano, muchos lo son.
Scharffenberg explica que es precisamente en ese estilo de vida y en esa dieta donde se encuentra el secreto de la longevidad de esta zona. Él mismo confiesa haber sido vegetariano durante toda su vida.
El impacto saludable de una dieta basada en vegetales está avalado por múltiples organismos de salud, como por ejemplo la Organización Mundial de la Salud (OMS). Pero, ¿a qué se debe?
Los alimentos vegetales, con ciertas excepciones, son ricos en nutrientes saludables y, a la vez, aportan menos cantidad de algunos más perjudiciales, como las grasas saturadas. Son protectores frente a ciertas enfermedades.
Antioxidantes
Estas son, precisamente, las más mortíferas. Los hábitos alimentarios han demostrado tener una alta influencia en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, pero también algunos tipos de cáncer.
Uno de los componentes más importantes de los vegetales son las vitaminas y en un vídeo reciente Scharffenberg destaca tres que son deficitarias en la sociedad occidental y que tienen un importante papel en la longevidad.
La primera que ha señalado es la vitamina A, que se consigue al tomar betacarotenos. «Los betacarotenos son mejores que la vitamina A en sí, que incrementa el riesgo de osteoporosis. Hay muchas fuentes de ellos».
Recomienda tomar melón y hace referencia a los que tienen la piel amarilla. También a los boniatos, sobre todo aquellos que tienen un color intenso. La vitamina A tiene un importante efecto antioxidante.
Es decir, reduce los radicales libres que se producen en el organismo al contacto con sustancias perniciosas. Pero, además, es beneficiosa específicamente para la visión, el crecimiento, la división celular, la reproducción y la inmunidad.
La siguiente vitamina a la que se refiere Scharffenberg es la B12. En el vídeo explica que el organismo cuenta con varias maneras de absorberla, y esto es importante conocerlo según vamos cumpliendo años.
«Según te haces mayor, pierdes esa capacidad de que se absorba de manera normal en el sistema digestivo. Por eso, a partir de los 50 años, muchas personas tienen bajos niveles de B12, incluso aunque coman carne».
Efectivamente, la carne y el pescado son fuentes importantes de vitamina B12 y las personas con dietas basadas en vegetales pueden necesitar suplementos. Estos productos se consideran, en cualquier caso, seguros.
La vitamina difícil
Por último, Scharffenberg señala la importancia de obtener suficiente vitamina D para la longevidad. «La obtenemos sobre todo del sol, que llega al colesterol de la piel y se transforma, viaja hasta el hígado y cambia químicamente».
Y sigue Scharffenberg, «de ahí, a los riñones donde vuelve a cambiar y sale una hormona que es lo que llamamos vitamina D». La vitamina D es una de las que más nos cuesta absorber en España.
Esto se debe por la cantidad de tiempo que pasamos en interiores y a la variación de exposición a la luz solar con las estaciones. «Es importante porque hace que los huesos estén en buena forma».
«Necesitamos la vitamina D porque aumenta la absorción de calcio en el intestino. Si tienes altos niveles de vitamina D en la sangre, puedes llegar a absorber hasta tres veces más cantidad de calcio», asegura el centenario.
También ha explicado que los niveles altos de vitamina D en sangre son capaces de hacer que baje la tensión arterial. «Los científicos pensamos que también puede ser buena para reducir ciertos tipos de cáncer».
«Por eso, pensamos que las personas deben tener vitamina D. Eso sí, si tienes demasiada, puedes llegar a desarrollar cáncer de piel», asegura este médico. Las vitaminas en general deben estar presentes en su justa medida.