La fiesta del ascenso granota

Dos años ha tenido que esperar la afición granota para
cicatrizar la herida. La crueldad con la que se quedó a las puertas del ascenso
ante el Alavés en el Ciutat, merecía una revancha de grandes dimensiones. Y todo
ese sufrimiento que llevaba el levantinismo ha salido a la calle para desbordar
de alegría el sentimiento azulgrana.

La caravana granota con los jugadores, cuerpo técnico,
directivos y empleados, ha recorrido las calles de la ciudad con la primera y
obligada parada en la Basílica de la Virgen de los Desamparados, la patrona de
Valencia. Los capitanes han hecho su ofrenda floral y de agradecimiento por un
año para la historia del club consiguiendo su sexto ascenso a primera división.

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