La petición del Gobierno de Pedro Sánchez de reconocer el catalán en la UE naufraga incluso antes de que empiece la decisiva reunión de Asuntos Generales de este martes. Finlandia espera que esta iniciativa, que Sánchez ha planteado en Bruselas para contentar a Carles Puigdemont y garantizarse el apoyo de Junts durante el resto de la legislatura, ni siquiera llegue a votarse.
El ministro finlandés de Asuntos Europeos, Joakim Strand, ha dicho a su llegada a la reunión que persisten las dudas legales sobre la petición del Gobierno de Sánchez y que el tema no está maduro para adopción. Unas dudas que han sido suscitadas por los propios servicios jurídicos del Consejo, que alegan que se necesitaría una reforma de los Tratados.
«Espero que no haya una votación hoy. Hay algunas preocupaciones que han sido planteadas por los servicios jurídicos del Consejo y creo que es algo que nos tenemos que tomar muy en serio», ha dicho el representante finlandés.
El debate sobre la oficialidad del catalán se abordará en el Consejo de Asuntos Generales alrededor de las 13:00 horas. Primero intervendrá el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, ya que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, no ha viajado a Bruselas. El propio Sampedro no ha querido hablar con la prensa antes del encuentro.
Después habrá una ronda de intervenciones de los Estados miembros que todavía tienen dudas. La adopción requiere un apoyo unánime de los 27 Estados miembros, aunque las abstenciones cuentan como un sí. Así que lo que importa es que nadie se oponga. El ‘no’ de Finlandia sería ya suficiente para tumbar la petición de Sánchez.
«Creo que la diversidad lingüística es importante y siempre vamos a ser constructivos y queremos continuar discutiendo, pero hoy espero que no tengamos que votar porque creo que el tema no está bastante maduro para votar«, ha insistido Strand.
También los ministros de Asuntos Europeos de Croacia, Suecia y Austria han dicho a su llegada a la reunión que siguen teniendo reservas sobre el reconocimiento del catalán por su impacto jurídico y financiero. «Entiendo que este es un tema realmente importante para España. Suecia y otros países han planteado interrogantes durante este procedimiento sobre la evaluación jurídica y de costes», ha relatado la representante sueca, Jessica Rosencrantz.
Suecia no ha querido aclarar cuál sería el sentido de su voto si finalmente la oficialidad del catalán se somete a votación, tal y como quiere Sánchez. «Espero una buena discusión hoy. Escucharé lo que tengan que decir el resto de países, porque es una decisión que requiere unanimidad«, ha indicado Rosencrantz.
«He podido hablar con mi homólogo español, con el secretario de Estado, Fernando (Sampedro). Todavía hay algunas cuestiones abiertas sobre problemas legales y también sobre los costes, y vamos a discutirlo», ha explicado la ministra austriaca de Asuntos Europeos, Claudia Plakolm.