El acceso a la vivienda en España continúa siendo uno de los principales problemas estructurales del país. A pesar de que en el primer trimestre de este año se han firmado más de 120.000 hipotecas—un 45% más que en el mismo periodo del año anterior— la situación para quienes desean adquirir una casa dista mucho de ser halagüeña. “La vivienda está atravesando por una verdadera situación de gravedad”, advirtió Julián Salcedo, doctor en Economía y experto en Vivienda, durante una intervención en ‘TRECE Al Día’.
Una solución que «no es inmediata»
Salcedo explicó que, aunque las cifras de hipotecas puedan dar una sensación de recuperación o dinamismo, la realidad es que cada vez menos personas pueden permitirse comprar una vivienda. “Los precios han subido mucho, los salarios no lo permiten y, por tanto, cada vez son menos los que pueden comprar”, afirmó el experto. Según sus cálculos, tan solo el 66-67% de las viviendas compradas en el primer trimestre se financiaron con hipoteca. Esto implica que un tercio de los compradores pagó al contado, algo que no era común hace años.
Esta tendencia apunta a un cambio en el perfil del comprador. “Estamos hablando de un perfil diferente”, comentó Salcedo, refiriéndose a quienes no requieren financiación bancaria para adquirir una propiedad. Aunque matizó que no se ha alcanzado todavía el 50% de compras sin hipoteca que algunos medios habían sugerido el año pasado, sí reconoció que se trata de una proporción significativa.
La raíz está en la falta de oferta de vivienda
El problema de fondo, sin embargo, va mucho más allá del número de hipotecas o del tipo de comprador. La raíz está en la falta de oferta de vivienda nueva y en el desfase entre la construcción de viviendas y la creación de nuevos hogares. “Estamos produciendo en torno a 100.000 viviendas nuevas al año”, explicó Salcedo, mientras que “la creación de nuevos hogares está en el entorno de 220.000-250.000”. La consecuencia es evidente: se construye menos de la mitad de lo necesario, lo que ejerce una enorme presión sobre los precios.
Salcedo también advirtió que esta escasez no se resolverá en el corto plazo. “La solución no va a ser inmediata, por mucho que nos lo planteemos, será entre el medio y más bien en el largo plazo”, aseguró. El proceso de edificación, desde el desarrollo del suelo hasta la entrega de la vivienda terminada, puede durar entre dos y tres años, incluso más.

La ley clásica de oferta y demanda no sirve
En este contexto, el alza de precios parece inevitable. Aunque el Banco de España ha señalado en su último informe de estabilidad financiera que el precio de la vivienda podría estar “algo sobrevalorado”, entre un 1,1% y un 8,5%, Salcedo advierte que los precios seguirán subiendo. “A mayor demanda y menor oferta, el precio de un bien sube”, explicó. Y aunque reconoció que el mercado inmobiliario no responde de forma exacta a la ley clásica de oferta y demanda, también subrayó que los costes de construcción, el precio del suelo y la financiación encarecen todavía más el producto final.
Es imposible que los precios bajen en menos de 3-5 años”
Doctor en Economía y experto en Vivienda
En cuanto a las posibles medidas para enfriar el mercado, Salcedo no descartó que el Banco de España pueda introducir restricciones al crédito hipotecario si persiste el riesgo de sobrecalentamiento. “Ha lanzado una alerta: ojo, si es así, no descartamos introducir medidas de restricción al crédito”, alertó.
El mensaje para quienes esperan una bajada de precios no es alentador. “Me temo que la noticia no es la que esperaría todo el mundo”, concluyó Salcedo. “No es posible, es imposible que los precios flexionen a la baja en menos de 3-5 años”.
En definitiva, mientras las cifras de hipotecas puedan sugerir una aparente recuperación, la realidad apunta a un mercado tensionado, con precios al alza, acceso limitado al crédito para muchas familias y un futuro que no invita al optimismo inmediato.