Los rectores de las dos universidades públicas de Canarias han expresado, a través de un comunicado conjunto, su profunda preocupación ante el ataque directo a la autonomía institucional y al prestigio internacional de la Universidad de Harvard, un hecho que extienden al conjunto del sistema universitario internacional.
«La Universidad de Harvard no es solo una de las universidades más reconocidas del mundo: es un símbolo global del conocimiento, la excelencia académica y la libertad intelectual. Las decisiones adoptadas en las últimas semanas por la administración estadounidense, incluyendo amenazas de recortes presupuestarios, bloqueos regulatorios a investigaciones sensibles y presiones directas sobre el equipo rectoral, son expresión de una política autoritaria que pretende doblegar la universidad a intereses ideológicos», señalan en el escrito firmado por Lluis Serra, rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), y Francisco García, rector de la Universidad de La Laguna (ULL).
Ambos consideran de particular gravedad, la reciente prohibición de visado a estudiantes internacionales admitidos en Harvard «en función de criterios marcadamente arbitrarios», porque supone no solo un perjuicio humano y académico, sino una agresión al principio de apertura y universalidad que define a la educación superior. «Esta decisión es discriminatoria y carente de justificación alguna, y solo pretende instrumentalizar la política migratoria para coaccionar la autonomía de las universidades».
Autonomía universitaria
Les «alarma» la presión ejercida contra políticas institucionales de diversidad y justicia racial, a través de amenazas legales y cuestionamientos públicos que pretenden condicionar la autonomía de la universidad en su gestión del acceso y la representación. «Estas prácticas erosionan los cimientos de la universidad moderna: su capacidad para decidir con independencia, investigar sin censura y acoger a estudiantes y académicos del mundo entero» y ponen en riesgo el futuro de la universidad como espacio crítico, plural y autónomo.
García y Serra manifiestan su solidaridad con Harvard y hacen un llamamiento a la comunidad académica nacional e internacional para no permanecer en silencio ante dichos ataques. Consideran que cuando se pretende intimidar a una de las instituciones académicas más influyentes del planeta, todas las universidades deben ser contundentes en la respuesta.
«Como responsables de la ULPGC y la ULL, ambas comprometidas con la libertad académica, la inclusión y la cooperación internacional, expresamos nuestro apoyo al equipo rectoral, profesorado, estudiantado y personal de administración y servicios de Harvard y alertamos sobre el riesgo de que este tipo de ataques se reproduzcan en otros puntos del planeta si no se denuncian con claridad desde todos los ámbitos académicos».
También ponen el foco en que la autonomía universitaria es una condición indispensable para el ejercicio pleno de la función crítica, investigadora y formativa de las instituciones de educación superior. «La universidad solo puede cumplir su papel como espacio de producción y transmisión del conocimiento si está libre de presiones ideológicas, intereses económicos o interferencias políticas. Sin esa independencia, el saber se convierte en instrumento, y la educación en adiestramiento. Defender la autonomía universitaria, por tanto, es defender la posibilidad misma de una sociedad democrática informada, crítica y plural», y en este sentido citan a Noam Chomsky: «si las universidades no son independientes, si están subordinadas a una autoridad externa —gubernamental, corporativa u otra— entonces no pueden cumplir su función como centros de indagación crítica y compromiso democrático».
«Suficiencia financiera»
Respecto a Canarias, los rectores de las dos universidades públicas de la región llaman la atención respecto a la necesidad de que la ULPGC y la ULL cuenten con «suficiencia financiera» para que puedan seguir ejerciendo su labor con esa necesaria autonomía. «Por ello, esperamos que en los próximos meses podamos contar con un contrato programa estable y predecible, que permita que nuestra región deje de ser una de las pocas comunidades autónomas del conjunto del Estado que no cuenta con un instrumento de este tipo para financiar a sus universidades públicas».
También mostraron su preocupación porque en la proposición de ley de modificación de la ley 11/2003, de 4 de abril, sobre consejos sociales y coordinación del sistema universitario de Canarias, que en la actualidad se está tramitando en el parlamento autonómico, «se pueda tener la tentación de menoscabar la autonomía y la independencia de nuestras universidades públicas. Confiamos en la sensatez y la ponderación de nuestros representantes parlamentarios».
«Hoy, más que nunca, debemos defender la universidad como espacio de libertad, rigor, diversidad y pensamiento crítico. Y debemos hacerlo con voz firme, unánime y sin ambigüedades», concluyen los rectores de las dos universidades públicas de Canarias.