«Más exámenes para trabajar con dignidad». Desde hace cuatro meses la práctica mayoría de autoescuelas de la provincia de Alicante han colocado este rótulo en sus vehículos para que se ataje el déficit de examinadores del carnet de conducir que esta provocando un atasco que repercute a los alumnos y a las propias empresas de preparación.
Esta demanda no es nueva en el sector, ya que desde hace años se viene poniendo el foco sobre la falta de funcionarios encargados de pasar las pruebas prácticas. Eso sí, la mayoría de autoescuelas consultadas por este diario confirman que este 2025 está siendo uno de los años más complicados, incluso más que en 2020 en plena pandemia de coronavirus.
Un verano de colapso
A las puertas del verano, la fecha por excelencia en la que la mayoría de jóvenes se preparan para sacarse el carnet, se da la casuística de que los futuros conductores tienen que esperar hasta dos meses para ir al examen y hay 14.900 usuarios que han superado la prueba teórica y están en bolsa pendientes de la segunda fase práctica. Y esta situación está motivada porque el número de examinadores resulta insuficiente, sumado a que el criticado sistema de asignación de cupos (CAPA) que implementó en 2021 la Dirección General de Tráfico limita el número máximo de alumnos que pueden presentarse a la prueba.
«Tenemos falta de examinadores en la peor fecha del año, cuando más alumnos hay»
31 examinadores
En cuanto a examinadores, pese a que a nivel provincial hay asignados 31 que se reparten entre Alicante, Elche, Dénia, Alcoy y Orihuela, hay varios profesionales de baja y los puestos no se están cubriendo con facilidad, además de que en 2024 se jubilaron dos y están pendientes de retirarse por edad de dos a tres profesionales el próximo año, «con lo que vamos a peor», alerta Vidal Ocaña, presidente de la asociación local de autoescuelas de Elche, colectivo que aúna al 80% del sector en la ciudad y que ideó la campaña de los rótulos como forma de presión.
Manifestación
Se sienten en tal encrucijada que incluso la propia asociación ha convocado una manifestación para el próximo 6 de junio de 12 a 14 horas como ya hizo en 2020, y que ha sido aprobada por la Subdelegación del Gobierno, como confirman, para reclamar al Ministerio del Interior un refuerzo que acabe con el colapso y les de garantías a la hora de trabajar. Autoescuelas de varios puntos de la provincia confirman que asistirán y que irán en caravana a la capital de provincia para mostrar el malestar.
Alumnos esperan para hacer el examen práctico en Elche el pasado viernes en la calle Fuensalida / Matías Segarra
De igual modo, está previsto que autoescuelas de la región de Murcia también secunden la protesta sobre ruedas, que partirá desde Babel hacia la Subdelegación del Gobierno, y a la que podrían sumarse cerca de 200 profesionales, según las estimaciones.
Menos jornadas
Desde la entidad alertan de que se está dando el caso de que hay autoescuelas que están reduciendo jornadas y prescindiendo de profesores porque ha bajado el nivel de clases prácticas ya que los propios centros, ante la incertidumbre de no saber cuándo podrán ir a examen, están aconsejando a los alumnos que esperen en vista de que los tiempos se acorten, con lo que muchos directamente están mandando a los usuarios a empezar con las prácticas en septiembre porque ven inviable preparar en mayo o junio porque, con casi total certeza, no se podrán examinar antes de que los centros de examen cierren en julio. «No puedes darle clases a un alumno sin saber cuando se podrá examinar, y eso va en detrimento de la enseñanza», critica Ocaña.
Diálogo
En contraposición, desde la asociación provincial de autoescuelas (con 296 asociadas) trasladan que están negociando con la Jefatura provincial «para encontrar fórmulas a corto y largo plazo para cubrir las necesidades».
«Desde que pasé el circuito cerrado hasta el siguiente examen pasaron cuatro meses»
En la última reunión, hace escasos días, se abrió una mesa de diálogo para aportar ideas en la que el colectivo abordó la posibilidad de optimizar los recursos humanos y que se incorporen interinos para cubrir el déficit, así como tratar de lograr que el número de profesionales que se adjudiquen en la nueva convocatoria de plazas sea el mayor.
Plazas
Se calcula que de los 100 puestos nuevos que esperan cubrirse a nivel nacional la provincia ganaría sólo uno tras el proceso selectivo, ya que otras provincias también están arrastrando esta falta de medios como Barcelona y Madrid, donde podrían asignarse buena parte de las nuevas plazas que ha lanzado el Ministerio del Interior.
Pese a que se ha intentado aliviar el conflicto con examinadores trabajando con horas extras, los retrasos para ir al examen son evidentes y están ocasionando que se vivan incluso momentos de tensión en las propias autoescuelas.
Las autoescuelas se llevan la peor parte
«Somos los que damos la cara y nos llevamos la bronca porque hay muchos alumnos que piensan que tenemos la culpa y que no queremos meterlos», narra Rocío Jiménez, secretaria de la autoescuela Urban de Alicante, que explica que el hecho de haber rotulado los vehículos con esta demanda también ayuda a canalizar las críticas que reciben para que los usuarios entiendan que es una problemática generalizada que se escapa de su control.
Diez llamadas
Este bloqueo está ocasionando que se den casos incluso de interesados en sacarse el carnet que han llegado a llamar a diez autoescuelas diferentes para que le encuentren un hueco pronto para el examen, pero son los propios centros los que están optando por no admitir a usuarios que no se sacaron el teórico con ellos para dar prioridad a su alumnado.
Casos
«Me apunté en agosto de 2024 y compré la moto a principios de año y la tengo en el garaje esperando» Ángel Hurtado suspendió recientemente en la prueba a circuito abierto y lleva dos semanas esperando para ver cuando podrá volver a presentarse después de estar desencadenando retrasos. Tal y como explica el joven, el hecho de suspender también aboca a los aspirantes a volver a entrar en un bucle de esperas que se les pueden hacer infinitas y que les complica la autonomía, ya que en su caso dedica dos horas cada día para ir y volver del trabajo en autobús cuando en ciclomotor tardaría 20 minutos.
«Nos llevamos la bronca porque creen que no los queremos llevar a examen»
Circuito cerrado
Aarón Sánchez traslada que desde que aprobó el circuito cerrado para la moto hasta que lo avisaron para hacer el examen pasaron entre tres y cuatro meses. Reconoce que ya iba avisado de que había retrasos, pero nunca se imaginaba que tanto, hasta el punto que ya tendrá que esperar al próximo curso para ir en moto a la universidad.
Coches en el garaje
«Tenemos un coche en el garaje sin gastar y un profesor que lleva con nosotros un año va como loco porque es confuso enseñar a una persona que no sabe cuando tendrá que examinarse» relata Noelia Murcia de la autoescuela Ramis de Elche, desde donde admiten que no pueden utilizar todos los recursos que tienen a su disposición y optan por frenar el nivel de prácticas ante la incertidumbre y para que los alumnos no se queden colgados con el parón del verano, con lo que se forma un cuello de botella porque la demanda está disparada por todos los estudiantes que acaban la EBAU y aprovechan esta fecha del año para ponerse con el carnet.

La mayoría de autoescuelas incorporan rótulos exigiendo más exámenes del práctico como este vehículo, en una imagel del pasado viernes / Matías Segarra
Tres fechas al mes
Indican desde este centro que de media hay tres fechas de examen al mes y que el sistema electrónico de gestión de los cupos les marca que pueden llevar a unos 11 alumnos a repartir entre tres profesores. En este sentido, creen que lo óptimo serían unos 15 o 16 solicitantes para aligerar el volumen ya que, explican, tienen actualmente una bolsa de 80 alumnos pendientes de someterse a la práctica.
Bajan los cupos
«De un año a esta parte nos hemos encontrado con que antes nos daban unos 18 huecos para un día y ahora una docena, y pese a que han sacado exámenes por las tardes, incluso los sábados, y nos citan dos o tres cupos más por mes no es suficiente», indica por su parte Fran García de la autoescuela Joaquín de Torrevieja.
Un sistema equitativo que no gusta
Por más que el propio sector haya terminado acatando el sistema CAPA (Capacidad para las Pruebas de Aptitud), como un sistema basado en algoritmos ciertamente equitativo, recuerdan que hay sentencias que lo contradicen y la mayoría sigue pensando que «no es nuestro ideal de trabajo», apuntan profesionales, en base a que esta regulación estatal ha provocado desajustes en la producción de las autoescuelas que incluso las aboca a sobrellevar dificultades económicas.
También avisan que si esta tensión sigue más años llegará un punto en el que el oficio de profesor deje de verse atractivo y encontrar docentes se convierta en una odisea.
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