El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dicho este martes a los nuevos secretarios de embajada, en un acto presidido por el Rey en la Escuela Diplomática, que una de sus funciones será trabajar por la diversidad lingüística de España y «por conseguir la oficialidad -del catalán, euskera y gallego- también en Europa».
En su discurso en el acto de entrega de despachos, Albares ha recordado que la España democrática «es un referente de progreso social, de diversidad. También de diversidad lingüística».
Así lo ha señalado el ministro en Madrid tras el aplazamiento de esta decisión en Bruselas ante la falta de unanimidad entre los Veintisiete, debido a las dudas legales, financieras y políticas de siete Estados miembros, que no ha querido citar, aunque ha dicho que Francia no está entre ellos.
Tras el acto, en declaraciones a los medios de comunicación, el ministro ha pedido que los nuevos informes que se presenten sobre la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE deben presentarse pronto, porque la decisión «tiene que ser rápida».
«Hace 40 años que hemos entrado en Europa y ya va siendo hora» de que se reconozca la identidad plurilingüe de España», ha señalado Albares, que ha explicado que se lo ha «dejado claro» a todos sus colegas europeos: «Nosotros queremos trabajar desde ya para que la unanimidad pueda conseguirse cuanto antes».
Además, ha indicado que varios de los ministros de Exteriores que han pedido un aplazamiento ya le han mostrado su disposición a seguir trabajando: «Hace unos meses había otros países que tenían otro tipo de reticencias y que ya han sido vencidas, porque hemos trabajado conjuntamente».
Albares ha recordado que el compromiso de España con la seguridad europea es permanente e incondicional y, al mismo tiempo, ha confiado en que «de la misma forma que España protege la identidad nacional, la soberanía de todos los Estados miembros de la Unión Europea», también haya una solidaridad de todos los Estados miembros con la identidad nacional plurilingüe de España.
El ministro ha insistido en que la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en las instituciones europeas es ya «irreversible», pese a las reticencias aún expresadas por los gobiernos de esos siete Estados miembros de la Unión Europea.