Si la mente está fuerte, se puede con todo

Andrés Marcio es uno de los cien casos en el mundo diagnosticados con distrofia muscular congénita por aminopatía, una enfermedad rara que afecta a los músculos, el corazón y los pulmones. A pesar de esta condición que le exige conectarse a un respirador durante gran parte del día y vivir con un desfibrilador implantado, Andrés lleva una vida activa, estudia Periodismo en la Universidad CEU San Pablo y trabaja como comentarista deportivo en Telemadrid.

“Voy siempre solo. Llevo mi monedero colgado en la silla para poder pagar y todo. Yo intento siempre, dentro de mi enfermedad, llevar una vida lo más normal posible”, explica Andrés, mientras se dirige a clase en un taxi adaptado. Aunque no puede andar ni sostener el cuello por sí mismo, su deseo de autonomía es firme: “Aunque algo parezca imposible, yo me busco la forma para hacerlo”.

Una enferemedad tan rara como dura

Andrés la describe así: “Es como un mercadillo, porque nos afecta a un montón de cosas. Tengo una capacidad pulmonar de un 12 o 15%, duermo con respirador, tengo el síndrome de la cabeza caída, no puedo andar… Y el corazón es lo más grave. Por eso llevo un marcapasos y un desfibrilador”.

En España apenas hay diez personas con esta patología. Los riesgos son serios: arritmias malignas y muerte súbita. Sin embargo, Andrés le da la vuelta al dolor: “Estoy incluso agradecido porque sin esta enfermedad no sería tan feliz como soy. Me ayuda a valorar cada día, cada segundo”.

Cuidar la salud del cerebro es esencial para el bienestar general

La mejor medicina: reirse de uno mismo

Una de sus mayores herramientas para enfrentarse a la adversidad es el humor. “Hay que reírse de uno mismo. Yo creo que es la mejor medicina y mi mayor tabla de salvación”, cuenta. A diario, ir a la universidad supone un gran esfuerzo: “Me levanto revuelto, casi siempre tengo que vomitar antes de salir. Pero si sabes transformar lo malo en algo positivo, te ayuda a ti y a los que tienes cerca”.

No oculta que hay días malos. “Claro que tengo momentos complicados. Pero que duren lo menos posible y que afecten poco a los demás”.

un periodista nato

El amor de Andrés por los medios viene de lejos. “Un micro y una cámara me gustan más que cualquier cosa. Desde pequeño lo tuve clarísimo: quería trabajar en tele o en radio”. Hoy lo hace realidad comentando partidos del Atlético de Madrid: “Me conecto desde la cama con el móvil y comento el partido. Disfruto como un niño”.

Estudia en el CEU gracias a una beca por discapacidad y por su excelente expediente. Allí, sus profesores lo apoyan y adaptan las clases. El profesor de fotografía, Daniel Caballo, afirma: “Se examinó oralmente, como contemplan las guías docentes. Lo importante es que adquiera las competencias. Pregunta mucho y tiene inquietudes muy interesantes”.

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