Desde el año 2022 se ha detectado un aumento de casos de sarampión en todo el mundo. Tan solo en los países pertenecientes a la Unión Europea, y al Espacio Económico Europeo, se registraron más de 16.500 casos en el último año, según datos del Ministerio de Sanidad. El país más afectado por esta enfermedad es Rumanía, siendo responsable del 72% de los casos notificados en 2024.
Por otro lado, fuera de la Unión Europea, Marruecos también enfrenta uno de los brotes más significativos. Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) demuestran que el país registra desde octubre de 2023 más de 25.000 casos sospechosos y 184 muertes por sarampión.
En España, el último informe semanal de Vigilancia Epidemiológica en España del Centro Nacional de Epidemiología registra, desde enero de este año hasta la actualidad, 459 sospechas de sarampión en el país -de las que 195 han sido descartadas-. Así, a día de hoy España ha acumulado 263 casos de sarampión en menos de 5 meses.
Datos del Centro Nacional de Epidemología. / El Día
El técnico responsable del programa de inmunizaciones de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias, Abian Montesdeoca, explica la importancia de estar preparados ante un posible brote en las Islas. «La posibilidad de un brote de sarampión es real», confiesa. Y agrega que, como la vacunación contra el sarampión es para mayores de un año, todos esos niños que tienen menos de doce meses están desprotegidos. A este grupo vulnerable añade a las personas antivacunas y aquellas que, por problemas de salud, deben prescindir de la vacuna. Por esto, Montesdeoca recuerda a todos los padres la importancia de revisar que sus hijos cuenten con la doble dosis de vacunación.
En Canarias, el informe revela dos casos de sospecha de sarampión, y aunque uno ha sido confirmado, el otro lo han descartado. En este sentido, las Islas pertenecen al grupo de comunidades autónomas con menor presencia de casos de sarampión de toda España, tan solo detrás de Cantabria, Extremadura, Galicia y La Rioja -que no presentan caso alguno-.
«El único caso que hemos tenido este año fue el de una niña de cuatro años con un cuadro compatible», detalla Montesdeoca. Tras detectar que fue sarampión, el equipo encargado realizó una búsqueda de posibles contactos con la enfermedad para garantizar que estuvieran bien vacunados y evitar la propagación. El origen externo del contagio es desconocido y aún se encuentran en proceso de averiguar si la causa tiene que ver con la reacción de la niña a la vacuna. «Existe la posibilidad de que la vacuna provoque, en casos muy raros, el sarampión de forma muy leve o con rochas parecidas», cuenta.
Vacunación
La vacuna contra el sarampión tiene dos dosis. La primera se aplica a los doce meses y la segunda a los tres años. Así, la cobertura ideal de vacunación debe ser igual o superior al 95% para garantizar la protección. En el caso de Canarias, el Archipiélago presenta una tasa inferior a la recomendada, de 94,79% en la primera dosis y de un 88,97% en la segunda. Sin embargo, Montesdeoca aclara que el porcentaje de personas vacunadas se calcula sobre las personas dadas de alta en la tarjeta sanitaria de Canarias y eso influye en las cifras.
«Nos encontramos con que hay muchos niños que se han puesto la primera dosis en las Islas, pero la segunda ya no, aunque figuren en el registro. Por tanto, en realidad esas coberturas son más altas», agrega. Asimismo, apunta que la prueba de que la población canaria está bien vacunada está en que, cuando hay algún caso, no aparecen diagnósticos secundarios o brotes.
El Servicio Canario de Salud (SCS) ha habilitado un apartado web de información dirigida al personal profesional sanitario para la detección de esta patología. «Como la vacuna funciona muy bien es difícil ver a día de hoy casos de sarampión, de esta manera los profesionales tienen a mano una guía para favorecer la detección de esta enfermedad», matiza Montesdeoca. No obstante, la web está abierta al público en general.
De igual manera, apunta que desde que se han conocido estos caso en los últimos años han aumentado el contacto con los profesionales sanitarios asistenciales, tanto en atención primaria como en hospitalaria. Y añade que, además de la web, han generado recursos como, por ejemplo, vídeos informativos para que los profesionales estén en alerta ante la posible aparición de casos de sarampión.
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